Hacia una cultura verdadera: la cultura solar

Conferencia inaugural en el Taller CUBASOLAR 2002, el 1 de abril, en la ciudad de Pinar del Río.

Enrico Turrini
Pensador y científico nacido en Italia. Miembro de honor de CUBASOLAR.

 

Autor de los libros
El camino del Sol (Un desafío para la humanidad a las puertas del tercer milenio. Una esperanza para los países del Sur) y Energía y democracia (El camino del Sol pone en crisis a la sociedad de consumo), entre otros títulos y artículos.





Los esposos Turrini junto a estudiantes
de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos.

  Los primeros talleres internacionales de CUBASOLAR se celebraron en las provincias orientales de Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma. Y como el mensaje del Sol es para todos, este año es la provincia más occidental de la isla, Pinar del Río, la que asume esa misión.

El Sol nunca se repite, siempre le gusta irradiar algo nuevo. En este Taller él quiere dar impulso a la difusión de una cultura verdadera, viva, solar: un no rotundo a razonamientos abstractos que se pierden en la cabeza, un claro sí a un proceso educacional que permita al hombre realizarse integralmente transformando el saber en vida, en amor para todos los hombres y para todos los seres, como acontece en los ciclos de la naturaleza cuyo motor es el Sol. Él nos aconseja tener los ojos bien abiertos y mirar en el profundo misterio de la vida. Podemos así comprender que la vida de los seres es posible cuando tienen igual dignidad, capacidad de compartir y consideración por las generaciones futuras.

Pensamos en las hojas que crecen con la energía del Sol y que cuando llegan al final del ciclo toman colores lindos, que expresan la alegría de transformarse en humus brindando así vida a otras plantas.

Entonces, la cultura solar encierra un sentido ético fuerte, nos da aliento para tomar el camino propuesto por el Sol, que se entrega para forjar un mundo con «visión holística de la vida», según una expresión del pensador brasileño Frei Betto; es decir, un mundo donde el amor hacia los demás, hasta el ofrecimiento de la propia vida, tiene prioridad absoluta. Además, la cultura solar nos permite comprender que hay desarrollo verdadero, sostenible, sólo en el camino del Sol.

La palabra desarrollo incluye en sí misma la idea de mejorar las condiciones de vida del hombre y por eso debe ser sostenible, debe mantener el planeta Tierra en buen estado de salud. Un desarrollo que hace daño al planeta y al final destruye al hombre no se puede llamar desarrollo, sino proceso involutivo. Hay vida sólo si se dispone de fuentes de energía. El hombre, como todos los seres, vive por la energía que recibe al respirar y nutrirse y que transforma en energía vital. La sociedad humana necesita también de fuentes energéticas para vivir: pensamos en la industria, la agricultura, la construcción, los medios de transporte, la iluminación, etc.

Si se utilizan fuentes nutritivas para alimentarse obtenidas con productos químicos dañinos y fuentes de energía agotables, muy contaminantes, concentradas en unos lugares y en las manos de los poderosos, como los combustibles fósiles que producen lluvias ácidas y el efecto invernadero, y como los combustibles nucleares que producen altas tasas de radiactividad y conllevan un riesgo de graves accidentes como ya sucedió en Chernobil, las condiciones de vida en la Tierra se deterioran, también porque esa elección provoca guerras para apoderarse de las fuentes energéticas mencionadas y al final produce desigualdades (países ricos y pobres) y falta de amor.

Si por el contrario, se utilizan como fuentes nutritivas alimentos naturales producidos en un ciclo no contaminante, que es posible únicamente con la energía solar, y para la sociedad humana fuentes renovables de energía; es decir, energía solar directa e indirecta (agua, viento, biomasa), inagotables mientras exista el Sol, limpias, diversificadas y presentes en todos los lugares para todos los seres por igual y que entonces pueden y deben estar en las manos de los pueblos favoreciendo así la justicia social, la dignidad de los hombres y la paz, si, en una palabra, se imita al Sol eligiendo su camino, alcanzaremos el desarrollo sostenible.


El neoliberalismo opta por las fuentes energéticas fósiles y nucleares, y el camino del Sol propone el uso de las fuentes renovables de energía.

¿Dónde hay, hoy en día, promoción de una cultura verdadera y dónde, al contrario, se habla en abstracto de cultura, pero en realidad se la mata?
¿Qué acontece en los países del neoliberalismo?

Se propone con el apoyo de los amos de los medios de información la rivalidad sin límites, la supremacía del poder y del dinero explotando a los pueblos y a la naturaleza. En los países ricos y poderosos del Norte del mundo, 20 % de la población del planeta viven como ladrones saqueando los recursos humanos y naturales del Sur del mundo, comiéndose 80 % de lo que produce el planeta, en particular las fuentes agotables de energía, y dejando en la pobreza a los demás. En este sentido se están desarrollando proyectos de acuerdos comerciales con el NAFTA y el ALCA, para poner el monopolio del poder en las manos de las transnacionales que así pueden explotar libremente a los países pobres y a la naturaleza con una política de depredación de los recursos naturales (por ejemplo, los proyectos de destrucción forestal del Amazonas por las transnacionales del sector agrícola, o la falta de voluntad política de dar prioridad a las fuentes renovables de energía a pesar de los avances técnicos en este campo).

Se incrementan las inversiones militares que ya alcanzan novecientos mil millones de dólares anuales, principalmente para garantizarse el poder de las fuentes energéticas fósiles y nucleares. Por supuesto, el mundo del neoliberalismo tiene confianza sólo en la fuerza de las armas, pues sus planes económicos, sociales y políticos acabaron siendo un fracaso. Es suficiente reflexionar sobre el estado de recesión económica en el que se encuentran los países ricos, entre otros los Estados Unidos, y sobre el fracaso de la política del Fondo Monetario Internacional (FMI) con los países del Sur, como ocurrió con Argentina, país muy rico en recursos naturales, que se ve obligado a pedir limosna.

¿Cuál fue la reacción al ataque terrorista del 11 de septiembre del año pasado a Nueva York y Washington? La reacción no fue dar a la ONU, con una participación democrática de todos los países miembros, la misión de tomar medidas eficaces contra el terrorismo, ni tampoco la de entregarse a extirpar las causas profundas de este fenómeno (desigualdades, pobreza), sino la de contestar con la guerra contra un país, Afganistán, entre los más pobres del mundo, con miles de víctimas inocentes.

Además, hace falta subrayar, de acuerdo con Pedro Casaldaliga, un promotor de la Teología de la Liberación de Brasil, que hay otro tipo de terrorismo mucho peor, el terrorismo del sistema capitalista-neoliberal, que representa el terror económico y social para la mayoría de la humanidad, sometida al hambre, a la marginación y a la desesperación. Se trata por lo tanto de una cultura de muerte; es decir, de una falta de cultura, contrapuesta a cuanto propone el Sol y entonces contrapuesta al desarrollo sostenible.

¿Dónde hay promociónde cultura solar?

Al final de enero e inicios de febrero de este año tuvo lugar en Porto Alegre, Brasil, el Segundo Forum Mundial de los movimientos populares y sociales contrarios a la globalización neoliberal, con el desafío «Otro mundo de paz y justicia es posible», en total acuerdo con la cultura de vida del Sol.
 




A principios del presente año se electrificaron las 1944 escuelas rurales que aún no se habían conectado al SistemaElectroenergético Nacional. A 378 de estas escuelas asisten de 1 a 5 alumnos; pero en todas se instalaron computadoras, videocaseteras y televisores, como parte de los programas audiovisual y de computación que implementa el Estado en todo el territorio nacional.

El taller de Pinar del Río, que quiere poner el énfasis en la importancia de la cultura solar, nos ayudará a darnos cuenta de que aquel desafío, «Otro mundo es posible», constituye la base de la cultura del pueblo cubano, un desafío que aquí en Cuba ya se hizo realidad en una incesante evolución y que acabó convirtiéndose en un modo de vida.

En sus primeros años de existencia, todavía niñita, la Revolución cubana se planteó como tarea principal el desarrollo de la cultura tomando en cuenta las palabras de José Martí: «Ser cultos es el único modo de ser libres».

La campaña de alfabetización que se inició en 1961 es un claro ejemplo. Tarea siempre viva y que se fortalece siempre más. En febrero de 1999, Fidel, en un discurso pronunciado en la Universidad Central de Venezuela, dijo: «La Revolución sólo puede ser hija de la cultura y de las ideas», y ahora pone como tarea de la Revolución convertir al pueblo cubano en «el más culto del mundo».

Se puede hablar hoy de una nueva campaña de alfabetización alumbrada por el Sol. En 1994 nació la asociación cubasolar, activa en toda Cuba para la difusión de una cultura solar, con la revista científico-popular Energía y tú, la Red Solar que transmite informaciones a través de e-mail e Internet, con encuentros y talleres como este que estamos viviendo.

El país exhibe hoy realizaciones en el sector de las fuentes renovables de energía, que ya alcanzan más de 30 % del gasto energético nacional, en colaboración con el Ministerio de Educación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la Industria Azucarera, etc., con universidades que ya tienen la Cátedra de Energía Solar, con provincias y municipios, con todo el pueblo.

La Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, con más de 5 000 estudiantes, fue reestructurada con arquitectura bioclimática y solar. Todas las escuelas del país tienen televisores y computadoras para que los estudiantes puedan recibir informaciones culturales y participar, aunque de manera indirecta, en mesas redondas y tribunas políticas. Hace falta subrayar que aquí la información es seria, a diferencia de lo que acontece a menudo en el mundo del neoliberalismo, poderoso en técnicas avanzadas, pero pobre en cultura y en ideas.

En estas últimas semanas se terminaron de solarizar con sistemas fotovoltaicos y de equipar con televisores y computadoras casi dos mil escuelas aisladas sin ninguna conexión con la red eléctrica, de las cuales más de veinte tienen un solo alumno, hecho que Fidel comentó con estas palabras: «No nos hemos vuelto locos, es que nos hemos vuelto cada vez más justos». Fueron instalados muchos sistemas fotovoltaicos para casas del médico de la familia y hospitales donde falta la red, a fin de alimentar con electricidad equipos médicos, computadoras, etc.

Está en fuerte desarrollo la medicina natural y, en conexión estrecha, se está dando vida a una educación alimentaria mediante una alfabetización que lleva a una mejora en los hábitos alimentarios de la población; es decir, a una alimentación sana y equilibrada o, más precisamente, solar. En el Jardín Botánico Nacional de La Habana tendrá lugar, en la primavera del 2003, el Primer Taller Internacional de Educación Alimentaria para la Sustentabilidad.

Se hace un trabajo valioso en las cuencas hidrográficas para evitar desastres y proteger la biodiversidad, promoviendo al mismo tiempo cultivos sin utilización de productos químicos dañinos (la cuenca del río Sagua, en Guantánamo, es un ejemplo), en la reforestación de la Isla (ya 23 % de la superficie del territorio nacional es bosque contra 14 % al inicio de la Revolución). En San Antonio del Sur, donde hay mucha sequía con peligro de desertificación de los suelos, se construyeron sistemas de riego y numerosas vaquerías con producción de leche para más o menos 15 000 personas.

 






Algunos equipos y tecnologías en explotación en la actualidad, que utilizan energía solar: ariete hidráulico, lancha energizada con paneles solares fotovoltaicos, bomba de soga, calentadores solares y aerogenerador.

El desarrollo del transporte público necesita de grandes inversiones y por eso avanza más despacio. Sin embargo, se reestructura la red de ferrocarriles y en el futuro se puede pensar en utilizar hidrógeno solar para alimentar motores eléctricos en autobuses y locomotoras por medio de celdas de combustible.

La provincia de Guantánamo, con 40 % de sus gastos energéticos provenientes de las fuentes renovables, se ganó el titulo de Capital Solar de Cuba, y la de Pinar del Río el de Catedral Natural de Cuba, por su sensibilidad en la protección del medio ambiente.

Por supuesto, esto es el fruto de una cultura solar y revolucionaria. Además, es fruto de esta cultura de la Revolución cubana, llena de competencia y amor, el hecho de que ustedes los cubanos, a pesar de un bloqueo tan cruel, lograron reducir al mínimo los daños del huracán Michelle a principios de noviembre del año 2001, unos de los más fuertes en la historia del país.

Llenas de significado y conmovedoras son las palabras de Dalia y Marielena, dos mujeres que viven en Jagüey Grande, Matanzas, uno de los lugares más golpeados por el huracán: «El miedo fue grande, pero la organización, la ayuda eficiente y la solidaridad del pueblo cubano permitieron superar estos momentos tan difíciles».

¿Dónde hay violación de los derechos humanos?
Quería agradecerles a ustedes, hermanas y hermanos cubanos, en nombre mío y el de Gabriela, compañera en el camino de la vida, que en nueve años de frecuentes viajes a la islita del Caribe el pueblo cubano nos haya ayudado a comprender que el desarrollo sostenible se logra sólo con una cultura verdadera de todo el pueblo, que así se pone en el camino del Sol, dando vida al socialismo solar, la fuerza política y moral que puede vencer al neoliberalismo. Quisiera también señalar aquí con nosotros a Micol, una joven italiana que quiere, en su actividad de médico, mejorar las condiciones de vida de los hombres y así promover el desarrollo sostenible.

Pasó unos meses en Cuba, conoció al socialismo solar y le gustó tanto que ahora le da mucha pena regresar a los países que se pusieron el nombre de países desarrollados, pero que en realidad no saben qué es el «desarrollo»; es decir, el desarrollo sostenible.

Ustedes se parecen al grano de maíz, que no se para en frente de los huracanes naturales y tampoco de los huracanes mucho más peligrosos provocados por la falta de cultura y por la perversidad del mundo del neoliberalismo, sino que sigue creciendo para convertirse en un árbol que lleva frutos de esperanza en un mundo nuevo. Hablamos todos los días de la islita amiga del Sol, buscando cómo proyectar en la vida todo cuanto ustedes nos enseñan.

Además, quería decirles a ustedes que lo más importante es que en el futuro se siga fortaleciendo el rayito de cultura solar que Cuba irradia sobre el mundo. Estoy convencido de que el día en el cual se acabe el bloqueo (día que todos aquí deseamos no demore mucho), el Sol en el cual ustedes creen les ayudará a defenderse de las luces poderosas, pero vacías, de la cultura del neoliberalismo, y aliviados de las dificultades presentes, podrán avanzar todavía con más fuerza por el camino del Sol.

En este período histórico, en el cual tenemos la posibilidad de destruir todo el planeta, sólo una cultura solar verdadera, que es cultura de paz y de vida, puede salvar al hombre y a la naturaleza.
 



La cultura solar propone un sentido ético y solidario fuerte, en el que todos colaboran, como ocurre entre los más diversos centros de desarrollo e investigación y las organizaciones que promocionan el uso de las fuentes renovables de energía y el respeto ambiental. En las imágenes, los laboratorios del Centro de Investigación de Energía Solar (CIES), en Santiago de Cuba; una edificación del Centro Integrado de Tecnología Apropiada (CITA), en Camaguey; y un detalle de la exposición del Taller Internacional CUBASOLAR 2002, en Pinar del Río.

En particular puede vencer al terrorismo, hoy en el centro de la atención mundial. En este sentido, con referencia a dos realidades colindantes pero lejanas en ideas, pienso que es la «Capital solar de Cuba» (la provincia de Guantánamo, como subrayé antes), la que con su ejemplo frena el terrorismo, y no en absoluto la base militar de Estados Unidos en Guantánamo.

En la semana que hoy se abre respiraremos cultura solar, buscando cómo traducirla en vida y cómo entregarnos para construir un mundo nuevo. Lo vamos a hacer convencidos de que están aquí con nosotros, aun si no es posible físicamente, hombres promotores de esta cultura, José Martí y el Che, padres de la Revolución cubana, y los cinco héroes cubanos: Gerardo, Ramón, Antonio, René y Fernando, prisioneros del Imperio en Miami, culpables de haber tratado de bloquear el terrorismo contra Cuba.

Con estos hermanos, con todos los que luchan por la vida de nuestro planeta, con quien es generador de esta vida -el Sol- vamos a decir juntos: ¡Humanidad o muerte!; ¡alumbrados por la cultura del Sol y todos juntos en su camino, Venceremos!