Las
energías renovables en Cuba
Luis Bérriz
Doctor
en Ciencias Técnicas.
Investigador Titular de CUBAENERGÍA.
Presidente de CUBASOLAR.
Tel.: (537) 405260,
E-mail: sol@cubasolar.cu
Consideraciones
sobre el desarrollo histórico del uso de las fuentes renovables
de energía,
a partir del triunfo de la Revolución Cubana.
|
|
 |
Antes del triunfo
de la Revolución, el esquema energético nacional era típico
de un país capitalista subdesarrollado. La electricidad llegaba
apenas a 56 % de la población. La gran mayoría de los campos
de Cuba, y más aún las montañas, desconocían
la electricidad.
En su alegato de defensa, conocido como La historia me absolverá,
Fidel Castro define la situación nacional en 1953 con dos ideas
básicas: «...dos millones ochocientas mil de nuestra población
rural y suburbana carecen de luz eléctrica», y «...otro
tanto hace el monopolio eléctrico: extiende la línea hasta
donde pueda percibir una utilidad satisfactoria, a partir de allí
no le importa que las personas vivan en las tinieblas por el resto de
sus días».
Desde su triunfo, la Revolución se planteó el desarrollo
científico y tecnológico del país. Se cambian los
planes de estudio en las universidades. Se empiezan a formar profesionales
capaces de llevar adelante el desarrollo que requería la sociedad.
Décadas
de los sesenta y setenta
La década de los sesenta y principios de los setenta se caracteriza
principalmente por la formación de especialistas energéticos
en las universidades de La Habana, Oriente y Las Villas. Desde esa época
se realizan experimentos con superficies de absorción y captadores
solares, se procesan y caracterizan celdas solares, se introducen los
temas ambientales y de diseño bioclimático para el uso pasivo
de la energía solar, y se empiezan a desarrollar trabajos encaminados
al mejoramiento de la eficiencia en los hornos y calderas de los centrales
azucareros, así como en el quemado del bagazo.
En 1975, la Academia de Ciencias de Cuba crea el Grupo de Energía
Solar. Este fue el primer grupo de investigaciones del país dedicado
exclusivamente al desarrollo de las fuentes renovables.
En cumplimiento de las directivas del Primer Congreso del Partido Comunista
de Cuba, se inicia a partir de 1976 el primer programa principal estatal
Investigaciones sobre el aprovechamiento de la energía solar en
Cuba, bajo la dirección de la Academia de Ciencias de Cuba. Como
resultado de este programa se desarrollan los primeros calentadores solares
del tipo compacto, ideales para el clima tropical, así como secadores
solares, destiladores, potabilizadores de agua de mar, concentradores
y tecnologías para el uso de la energía solar en el cultivo
de microalgas.
A finales de los años setenta fue creado un Grupo de Trabajo para
el ahorro de energía, subordinado al Ministerio de la Industria
Básica, y posteriormente, por instrucción de la Secretaría
Ejecutiva del Consejo de Ministros, se amplió este equipo, el que
se convirtió en un Grupo Asesor de Energía que tenía
entre sus tareas el desarrollo del uso de las energías renovables.
Década de
los ochenta
En 1981 se abre el Programa de Energía Solar del Consejo de Ayuda
Mutua Económica (CAME) y Cuba es representada por la Academia de
Ciencias. En 1982 se realiza, apoyado por el CAME, la primera instalación
fotovoltaica de 1 kW con celdas de silicio monocristalino que, con fines
prácticos, abastecía totalmente a una casa.
Merece destacarse el desarrollo de una instalación fotovoltaica
a principios de los ochenta, basada en celdas de arseniuro de galio desarrollada
por la Facultad de Física de la Universidad de La Habana.
En 1983 el país da un paso fundamental para el desarrollo de la
rama energética al crear la Comisión Nacional de Energía,
la cual tenía como una de sus principales tareas la atención
al uso racional de la energía y al desarrollo de las fuentes nacionales;
por ello el uso de las fuentes renovables de energía pasó
a ocupar un papel preponderante.
La Comisión Nacional de Energía encauzó un conjunto
de acciones con las que se exponían, de forma demostrativa, las
posibilidades del desarrollo de las energías renovables y se destacaba
el trabajo en el Programa Nacional para el Desarrollo de Mini, Micro y
Pequeñas Hidroeléctricas, que contó con el apoyo
del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, la Dirección
de Hidroeconomía, la Junta Central de Planificación, el
Ministerio de la Industria Sideromecánica, el Instituto Superior
Politécnico José Antonio Echeverría y los Órganos
Provinciales del Poder Popular, entre otros.
Se trabajó, asimismo, en la formación y entrenamiento, mediante
cursos en el país y el exterior, de técnicos jóvenes
que fueron especializándose en las distintas fuentes disponibles
en el país.
Para la consolidación de la atención de estas fuentes energéticas
se precisaron, entre la Comisión Nacional de Energía y la
Academia de Ciencias de Cuba, las tareas, líneas de trabajo y proyectos
concretos de investigación y desarrollo que estaban en condiciones
de apoyar su ejecución, así como el fortalecimiento de las
investigaciones de nuevas fuentes, no menos importantes.
Igualmente, en coordinación con la Junta Central de Planificación
se ajustó el régimen de trabajo que facilitara identificar
en la planificación de la economía nacional los aspectos
determinantes para el empeño de elevar la introducción y
el uso creciente de las fuentes renovables de energía. Paralelamente
se logró que los Organismos de la Administración Central
del Estado (OACE) definieran sus respectivas líneas de trabajo
y proyectos relacionados con estos temas.
También en 1984 se promueve la creación de diferentes grupos
de desarrollo, en los OACE y en casi todas las
provincias, dedicados a la generalización del uso de diferentes
fuentes renovables de energía, principalmente la hidráulica,
el biogás, la biomasa, la solar térmica y la eólica.
Entre estos grupos se destacaron los de los ministerios de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias, del Azúcar, de la Agricultura, del Transporte,
del Interior y de la Industria Alimenticia, así como los de las
provincias de Pinar del Río, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo,
subordinados a las respectivas direcciones provinciales del Poder Popular.
Un acontecimiento importante en el desarrollo de las fuentes renovables
de energía en Cuba fue la creación, en mayo de 1984, del
Centro de Investigaciones de Energía Solar del CITMA en la ciudad
de Santiago de Cuba. Este centro se concibe con el ciclo completo de investigación-producción
con el objetivo de desarrollar la actividad del aprovechamiento de las
fuentes renovables de energía, en especial la solar térmica
y fotovoltaica, como una vía de ahorro de energía en el
país.
En 1985, a propuesta del Frente de la Electrónica, se crea el Instituto
de Materiales y Reactivos (IMRE) en la Universidad de La Habana, que tuvo,
desde su creación, la responsabilidad del desarrollo de dispositivos
optoelectrónicos de alta tecnología, y dentro de éstos
las celdas solares de silicio. Las investigaciones del IMRE han abarcado,
además de la fotovoltaica, otras temáticas dentro de las
energías renovables e incluía el hidrógeno.
El Instituto de Investigaciones de las Telecomunicaciones (IIDT) del Ministerio
de Comunicaciones comenzó en 1986 el ensamblaje de módulos
solares fotovoltaicos de silicio monocristalino, con una capacidad de
fabricación anual de 200 kWp, pero desde hace varios años
tiene detenida la producción. Esta planta cubrió durante
un tiempo las necesidades de paneles solares del país.
Década
de los noventa
En 1992, por recomendaciones del VI Fórum de Piezas de Repuesto
y Tecnologías de Avanzada se crea el Centro de Estudio de Tecnologías
Energéticas Renovables (CETER), institución docente-investigativa
universitaria perteneciente al Instituto Superior Politécnico
José Antonio Echeverría (ISPJAE), con el propósito
de contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad cubana a través
de su encargo social relacionado con las energías renovables,
la eficiencia energética y su interrelación con el medio
ambiente. |
|
 |
El Centro de Estudios
de Termoenergética Azucarera de la Universidad Central de Las Villas
se crea en el año 1992; esta institución ha desarrollado
importantes trabajos relacionados con los centrales azucareros y cuenta
con un centralito experimental para sus trabajos de investigación
y desarrollo.
En cumplimiento de los acuerdos adoptados en la reunión presidida
por el General de Ejército Raúl Castro Ruz el 3 de noviembre
de 1992, se concluyó en mayo de 1993 el Programa de Desarrollo
de las Fuentes Nacionales de Energía. Este programa fue el resultado
del trabajo realizado bajo la orientación de un grupo de viceministros
de diferentes organismos de la Administración Central del Estado,
presidido por la Comisión Nacional de Energía y en coordinación
con la Junta Central de Planificación y la Academia de Ciencias.
Para
la elaboración de este trabajo se contó también
con la participación de la información brindada por
los gobiernos territoriales mediante las áreas energéticas
y los equipos de Inspección Estatal Energética territoriales.
En esa etapa llegó a disponerse además del personal
profesional con algo más de dos mil quinientos técnicos
de nivel superior (inspectores no profesionales), que apoyaban en
los territorios el trabajo energético.
|
|
 |
El programa se aprobó
por el Consejo de Ministros en el propio mes de mayo, y se presentó
a la Asamblea Nacional en junio de ese año.
En 1993 se crea el
Grupo de Biogás de Villa Clara, que llega a tener alcance nacional,
con la función de crear una cultura a todos los niveles sobre el
uso y los beneficios de la tecnología del biogás. Este grupo
ha realizado muy buen trabajo en la introducción en la práctica
de instalaciones de biogás, tanto en su territorio provincial como
en otras provincias del país, generalizando la tecnología
de los biodigestores de cúpula fija.
También en Villa Clara se creó, en 1994, el Área
de Investigación y Desarrollo de Hidroenergía, donde se
agrupan especialistas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos,
la Universidad Central de Las Villas y la Planta Mecánica de Santa
Clara.
Este
grupo tiene como objetivos asesorar a los órganos de gobierno
a los diferentes niveles en la temática de la hidroenergía;
dar respuesta a las necesidades de diseño, construcción
y montaje de instalaciones hidroenergéticas; contribuir a la
formación de especialistas y técnicos en hidroenergía;
investigar y desarrollar nuevos modelos y familias de turbinas con
vistas a lograr su introducción en la práctica mediante
la generalización del resultado. |
|
 |
A principios de 1994,
por un acuerdo entre la Academia de Ciencias de Cuba, la Comisión
Nacional de Energía y COPEXTEL se crea la División Comercial
ECOSOL, como parte de la Corporación COPEXTEL S.A., con el principal
objetivo de generalizar el uso de las fuentes renovables de energía
en Cuba y apoyar el desarrollo de las investigaciones en esta rama. ECOSOL
Solar ha ejecutado los principales planes de electrificación de
la Revolución en lugares de difícil acceso, alejados de
la red nacional, tales como los programas de electrificación de
consultorios médicos, hospitales, escuelas, círculos sociales,
salas de televisión y vídeo y otras instalaciones.
En noviembre de 1994 se funda la Sociedad Cubana para la Promoción
de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (CUBASOLAR),
gestada por la Academia de Ciencias de Cuba y la Comisión Nacional
de Energía; su órgano de referencia es el Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Esta sociedad se crea con
el objetivo fundamental de contribuir al desarrollo de las actividades
encaminadas al conocimiento y aprovechamiento de las fuentes renovables
de energía en la solución de los problemas económicos
y sociales del país. Su principal función es la elevación
de la cultura energética y de respeto ambiental.
En CUBASOLAR se agrupan voluntariamente todas las instituciones, especialistas
y los revolucionarios amantes del desarrollo de las fuentes renovables
de energía; y su trabajo, que abarca todo el país, coadyuva
a mantener en un intercambio fructífero a los especialistas de
la extinta Comisión Nacional de Energía.
A mediados de la década de los noventa comienza a funcionar el
Centro Integrado de Tecnología Apropiada (CITA), en la ciudad de
Camagüey. El CITA, perteneciente al Instituto Nacional de Recursos
Hidráulicos, surge para dar solución a los problemas planteados
en la rama del abastecimiento de agua y el saneamiento ambiental haciendo
el mayor uso posible de las fuentes renovables de energía, como
la eólica, la fotovoltaica, la hidráulica y la tracción
animal y humana. Este centro desarrolla tecnologías para el suministro
de agua por medio de molinos de viento, arietes hidráulicos, bombas
de soga, malacates y otros, y procede a su generalización en todas
las provincias orientales y centrales.
Teniendo como
base las experiencias acumuladas por la Facultad de Ingeniería
Mecánica de la Universidad de Oriente se crea, en 1996, el
Centro de Estudios de Eficiencia Energética (CEEFE). Este
centro ha tenido resultados en el desarrollo de tecnologías
para la combustión de la biomasa, principalmente el bagazo,
así como en el uso del biogás en motores de combustión
interna.
En la segunda mitad de esta década se construye la fábrica
de calentadores solares del SIME en la ciudad de Morón, la
cual ha desempeñado su papel en la construcción y
generalización de los calentadores solares en el país.
|
|
 |
Aunque la provincia
de Guantánamo ha sido la de mayores resultados en la utilización
de las fuentes renovables de energía, no fue hasta el año
1997 que se crea el Grupo de Aplicaciones Tecnológicas en Energía
Solar (GATES) perteneciente al CITMA. Esta nueva estructura da continuidad
a los ya tradicionales esfuerzos del territorio con el objetivo de aplicar
los avances de la ciencia y la innovación tecnológica para
el fomento de las fuentes renovables de energía, como vía
para el desarrollo energético sostenible y la protección
del medio ambiente, mediante servicios científico-técnicos
y proyectos de investigación y desarrollo. El colectivo se ha destacado
por la instalación de 1 069 sistemas fotovoltaicos para la electrificación
de escuelas rurales, círculos sociales, salas de vídeo,
objetivos del MININT y viviendas de campesinos en zonas no electrificadas
y de difícil acceso.
En junio de 1999 se inauguró el primer parque eólico de
Cuba en la Isla de Turiguanó, con dos aerogeneradores de 225 kW
cada uno. Este parque se desarrolló con el objetivo de ser un centro
de estudios de energía eólica.
Desde el año 2000 se vio la necesidad de crear, en diferentes provincias,
grupos especializados para el desarrollo fotovoltaico, actividad promovida
por CUBASOLAR y ECOSOL Solar. Estos grupos se formaron con especialistas
del CITMA, COPEXTEL, universidades, centros de investigación y
áreas energéticas del Poder Popular, en dependencia de las
características y necesidades de cada provincia. Se destacan las
brigadas de Guantánamo, Granma, Pinar del Río y Santiago
de Cuba.
«En los
portadores energéticos, a los que el país dedica alrededor
de la tercera parte de sus ingresos totales en divisas, será
necesario, de una parte, concentrar los esfuerzos en el ahorro de
los tradicionales en toda la cadena de su utilización, y de
otra, el desarrollo de las fuentes nacionales, en particular las renovables.
»Será necesario poner en práctica, con la mayor
celeridad posible, y de acuerdo con los recursos disponibles, el nuevo
programa de medidas de ahorro basado en el empleo de combustibles
y equipos más eficientes, y en la educación...
»...el empleo de la energía renovable confirma cada vez
más sus extraordinarias potencialidades y la variedad en la
obtención, desde el bagazo, que es la mayor posibilidad identificada
actualmente, hasta el aprovechamiento de residuos y el empleo de otras
fuentes». |
Resolución Económica del
V Congreso del Partido Comunista de Cuba. La Habana, octubre de 1997.
Por necesidades del desarrollo fotovoltaico y su introducción en
los programas de la Revolución en el marco de la Batalla de Ideas,
se creó, en diciembre del año 2000, el taller para el ensamblaje
de paneles fotovoltaicos dentro del Combinado Electrónico Ernesto
Guevara, de Pinar del Río, con el objetivo de producir paneles
solares, y se prevé en un futuro próximo la producción
de las celdas solares.
Siglo XXI
En el 2001 se crea el Centro de Gestión de la Información
y Desarrollo de la Energía (CUBAENERGÍA), a partir de la
integración del Departamento de Energía y Medio Ambiente
del Centro de Tecnología Nuclear, el Grupo de Energía Solar
de Ciudad de La Habana (genSolar) y el Centro de Información de
la Energía (CIEN), con el objetivo de integrar y fortalecer la
actividad de I+D y los servicios científico-técnicos en
la gestión de la información y el desarrollo de las energías.
En
junio de 2001 se termina la electrificación fotovoltaica de
más de dos mil escuelas en las montañas y lugares alejados
de la red eléctrica nacional, culminando con ello la primera
fase del Programa Audiovisual al estar electrificadas todas las escuelas
del país. En el año 2002 se terminó
la segunda fase al incorporarse la computación a estas escuelas,
también con paneles fotovoltaicos. |
|
 |
El desarrollo de las
fuentes renovables de energía siempre ha tenido un fuerte apoyo
de varias instituciones del país, como la Asociación Nacional
de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), las Brigadas Técnicas
Juveniles (BTJ) y el Fórum Nacional de Ciencia y Técnica.
Esta rama de la economía contó, desde su inicio, con el
impulso del Partido Comunista de Cuba, especialmente con el de su Departamento
de Industrias y Energía.
Frente de Energías
Renovables
El 14 de octubre de 2002, por indicaciones de la Secretaría Ejecutiva
del Consejo de Ministros, se constituye el Frente de Energías Renovables
(FER), con los siguientes objetivos:
1. Dotar al país de un instrumento estatal especializado que propicie,
promueva y proponga al gobierno la política que se debe seguir
en cuanto al uso de las fuentes renovables.
2. Priorizar, fortalecer y elevar a planos superiores la utilización
de las fuentes renovables de energía para su aprovechamiento racional
y útil al país de una manera sostenible.
3. Favorecer y potenciar la cohesión e integración de las
diversas instituciones y ministerios con mayor vínculo e incidencia
en esta estratégica actividad.
Funciones del Frente de Energías Renovables:
1. Elaborar y proponer al gobierno la política y la estrategia
en cuanto al uso de las fuentes renovables de energía y mantener
actualizado el Programa de Desarrollo de las Fuentes Nacionales de Energía
en lo relacionado con las fuentes renovables.
2. Proponer y supervisar la instrumentación de proyectos de energías
renovables y conciliar sus esquemas de financiamiento.
3. Promover la creación y/o el fortalecimiento y la capacitación
de grupos, instituciones y empresas capaces de realizar investigación,
innovación tecnológica, introducción, divulgación
de las fuentes renovables de energía para contribuir al desarrollo
energético sostenible.
4. Contribuir, apoyar e integrar los esfuerzos nacionales para identificar,
evaluar y proponer las modificaciones necesarias al marco regulatorio
nacional que faciliten y promuevan la introducción y desarrollo
de las energías renovables.
5. Elaborar y proponer una política integral del país para
el aprovechamiento de las posibilidades de la colaboración internacional
en el campo de las energías renovables.
6. Promover la cultura del desarrollo energético sostenible basado
en el uso de las fuentes renovables de energía y su uso eficiente.
7. Promover diversas vías de formación y capacitación
de los recursos humanos en energías renovables.
8. Potenciar al máximo el proceso de producción e integración
en la industria nacional, de partes, componentes, tecnologías o
el equipamiento que se utilizaría en los proyectos de energías
renovables que se aprueben.
9. Coordinar e integrar la actividad de investigación, desarrollo
e innovación tecnológica que se realiza en los diferentes
programas de ciencia e innovación tecnológica en el país.
|