La energía
de una ciudad
A
propósito de la inauguración
del Centro de Estudios Solares.
Alejandro
Montecinos Larrosa
Escritor y periodista.
Ingeniero Mecánico.
Director de la Editorial CUBASOLAR y la revista Energía y
tú.
Tel.: (537) 2059949.
e-mail: editora@cubasolar.cu
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Nunca olvidaremos
el último 3 de septiembre cuando Gabriela y Enrico Turrini asumieron
el corte de la cinta que dejaría inaugurado el Centro de Estudios
Solares en la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos. El espíritu supo
el goce; el cuerpo ganancioso participó en el regocijo. Mucha luz
nos rodeó, y eso basta para que la memoria guarde la gratitud y
la añoranza.
Desde el sueño
y la vigilia
Un hombre, con hirsutas cerdas blancas que alguna vez tuvieron otro pigmento
para ganarse el mote de Barba Negra, se reserva sus mejores anécdotas
para cuando su Comandante decida revelar la historia plena.
–¿Fidel estuvo por aquí, donde está la actual
Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos?
–Sí, en Las Vegas de San Lorenzo, aquí en Las Mercedes,
y en el combate de Cerro Pelado, donde se forjaron las brigadas de combatientes.
–¿Y quién propuso hacer la escuela aquí?
–Él decidió este lugar.
–¿Porque había un caserío?
–No, hombre, sólo habían potreros, fincas, cuatro
casas regadas, y entonces él dijo que cuando ganáramos la
guerra construiríamos una ciudad escolar en el Caney de las Mercedes,
en la que estudiarían miles de niños, especialmente de la
Sierra Maestra, y construida por el Ejército Rebelde.
–¿Qué participación tuviste?
–Como fue una orden vine para aquí, y aquí estoy desde
1959.
–¿Y los combatientes mismos fueron los que construyeron?
–Sí, los combatientes, dando pico y pala; lo hicimos porque
cuando nuestro jefe da una orden, la cumplimos.
–¿Y aquí echaste raíces?
–Nosotros teníamos una finca y, ya usted sabe, no sabíamos
leer ni escribir, pero sí sabíamos enamorar; tuve una hija
y después me casé, y tuve dos hijos más y después
otros; jamás en la vida he negado un hijo mío, porque negar
un hijo es negarse a sí mismo.
–¿Y los nietos?
–Ya suman 27, sin contar los biznietos.
Una señora interviene en el diálogo para afirmar: «Este
es Barba Negra: Celestino Sánchez Santos».
–Celestino, frente a tu casa se inaugura el Centro de Estudios Solares.
¿Cuál es su historia?
–Esa es una bella historia. Cuando los esposos Turrini llegaron
no sé quien los invitó a conversar conmigo. Me confesaron
su deseo de vivir junto a nosotros en la Ciudad Escolar.

Fotografía tomada por Ernesto Che Guevara
durante
la construcción de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos.
Ellos nos ayudan mucho
y aportan todos sus conocimientos y recursos, en Bartolomé Masó
y en muchos lugares de Cuba. Óigame, a este matrimonio hay que
quererlo y ayudarlo mucho, por su cooperación desinteresada. Algunas
personas hacen trabajos, y hablan, pero con un interés enorme.
Ellos, en cambio, todo lo entregan por solidaridad y auténtico
amor por la Revolución Cubana y su pueblo. Imagínate la
alegría que sentimos cuando ellos decidieron vivir frente a mi
casa, en el Centro de Estudios Solares: seremos vecinos. Ese matrimonio,
que no tiene necesidad de venir aquí, decidió vivir en Cuba,
para ayudar a remozar la Ciudad Escolar. Quieren vivir en Cuba, junto
a los niños. Esto para nosotros es una satisfacción, y estoy
seguro de que cuando el Comandante en Jefe lo sepa los va a venir a visitar,
porque nuestro Comandante es un hombre muy analítico: cuando él
ve a una persona, sin interés por nada material, y cuando nosotros
le brindamos amor, cariño y respeto, comprende que se lo han ganado.
Habría que agregar a las virtudes de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos
su arquitectura y urbanística con una concepción bioclimática;
la asunción de un diseño energético a partir de las
fuentes renovables de energía, desde los inicios de la década
de los sesenta, y la viabilidad factual de educar y engrandecer a los
marginados de la seudorrepública cubana de las primeras décadas
del siglo xx.
Idea y obra
CUBASOLAR expone cada año, entre sus directivas de trabajo, el
compromiso de contribuir a la formación de una cultura energética
sostenible, con la participación consciente de nuestros niños
y adolescentes. Y el Centro de Estudios Solares crece, en idea y obra,
como espacio para el compartimiento y la alegría, hacia una cultura
solar.
El Centro de Estudios Solares tiene unas coordenadas singulares: junto
a la Villa del Educador, que funciona desde hace cinco años en
la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, primera obra educacional construida
por la Revolución y donde el Che predicó por primera vez
el trabajo voluntario, en el municipio granmense de Bartolomé Masó.
La casona, con un diseño bioclimático y clara reminiscencia
colonial en su concepción arquitectónica se sitúa
en un entorno boscoso, que crecerá con las especies vegetales que
Martí mencionó en su último diario de campaña,
desde Playitas de Cajobabo a Dos Ríos. Y sabrán los sinsontes
y bijiritas, los grillos y lagartijas, y hasta los caballos y perros dónde
merodear y aposentarse, junto al respeto y cuidado de los pioneros.
La luz solar entra en las habitaciones de la casona con derecho propio
y sin cortapisas, como invitando al viento para que calme la canícula
tropical.
Proliferarán, como los árboles robustos y las yemas delicadas,
las tecnologías y equipos para el uso de las fuentes renovables
de energía: sistemas fotovoltaicos, calentadores y secadores solares,
molinos de viento, turbinas hidráulicas para generar electricidad,
bombas de soga, bombas y destiladores de agua solares, arietes hidráulicos,
cocinas eficientes de biomasa, digestores de biogás y relojes solares.
Los estudiantes,
profesores y visitantes dispondrán de computadoras con correo electrónico
y acceso a Internet. Amplios salones y los portales permitirán
conversar e impartir conferencias; y en un local especializado aumentará
el fondo bibliográfico y las colecciones de materiales multimediáticos
y audiovisuales.
Muchas personas e instituciones aunaron voluntades para erigir esta obra:
las direcciones municipal y provincial de educación, los masoenses,
los esposos Turrini y el apoyo y exigencia del Partido y el Gobierno en
sus instancias municipal y provincial, al decir de Amado Calzadilla, presidente
de CUBASOLAR en Granma.
Irma González Mejías, presidenta de la Asamblea Municipal
del Poder Popular, camina por los barrios y las escuelas, y comparte con
todos la alegría por la nueva obra: «Este centro aportará
mucho desarrollo al municipio, nos permitirá investigar sobre la
energía solar y propiciar una sólida cultura en las nuevas
generaciones. El centro será utilizado por los círculos
infantiles y las escuelas, en jornadas científicas y en eventos
de investigación sobre todas las esferas de la vida, en lo social
y lo económico».
Este septiembre reivindicó la certeza de que cualquier mes puede
augurar regocijo y esperanzas, después de los tristes acontecimientos
del 11 de septiembre de 2001: en la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos este
1ro. de septiembre miles de niños acudieron a sus aulas con mochilas
dispuestas para el riego y la siega, y dos días más tarde
la voluntad y el bregar de muchos les cedieron en herencia el Centro de
Estudios Solares.

Amado Calzadilla explica a los visitantes la estructura y funcionamiento
del Centro de Estudios Solares.
«Ustedes –les
dice Enrico Turrini a los estudiantes– están empezando un
nuevo ciclo de la vida. Nosotros, Gabriela y yo, por el contrario, estamos
terminando otro porque nos jubilamos. Pero el final de un ciclo es también
el inicio de uno nuevo, que en este caso nos llena de alegría porque
en el futuro tendremos la oportunidad de estar mucho más tiempo
aquí compartiendo la vida con ustedes. ¿Qué significa
un nuevo curso escolar? Significa realizar un paso adelante en la vida,
aprender siempre más a vivir juntos, nunca aislados, a ayudarse
uno al otro. Significa hacerse más cultos para comprender el sentido
profundo de los valores más grandes, como la justicia, la solidaridad,
el altruismo y el amor, para traducirlos en vida. La Ciudad Escolar Camilo
Cienfuegos cada año se hace más hermosa y les ofrece algo
nuevo. Es normal que sea así, porque esta ciudad es símbolo
de vuestra Revolución; ya antes de su triunfo estaba en el pensamiento
de Fidel».
Pensamiento
y credo
La luz solar cedía espacio al resplandor lunar cuando José
Antonio Leiva, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular
en Granma, llegó a la Villa del Educador: un beso a Gabriela, un
abrazo a Enrico, un saludo a los constructores y especialistas... Después
de breves diálogos, provoqué:
–Presidente, el compañero Luis Bérriz, uno de los
artífices de esta obra, insiste en afirmar que este centro no es
ni de los masoenses ni de los granmenses, sino de Cuba hacia el mundo
y del mundo para sí.
–Le doy toda la razón: tenemos que pensar así porque
ese es un pensamiento internacionalista, y los cubanos somos internacionalistas.
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