La sinergia de Cuba y el Sol


A propósito de los aniversarios
décimo de CUBASOLAR
y séptimo de la revista
Energía y tú.

 

En una cuarteta lapidaria un hombre anuncia su vector vital y alcanza a invocar el espíritu nacional: «¡Arpa soy, salterio soy / Donde vibra el universo: / Vengo del Sol y al Sol voy: / Soy el amor: soy el verso!».

 

El Maestro de los cubanos supo, desde siempre, que en nuestras cuerdas y cantos vibran los hombres del mundo porque nacimos de la luz, a la que regresamos con la fidelidad y la honradez de sabernos solidarios y útiles.

Con ese credo Cuba llega a la comunión con el Sol para ganarnos un camino sinérgico.
La fusión de dos conceptos –Cuba y Sol– alentó la constitución de la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (CUBASOLAR), a partir de la herencia y la continuidad programática, «con todos
y para el bien de todos», con la certeza de la unidad que nos salva y la lucidez ante los espejismos contemporáneos.

La nueva Sociedad, formalmente creada el 19 de noviembre de 1994, aparece en un contexto singular de la historia patria y define sus objetivos con claridad: contribuir
a la consecución de un desarrollo energético sostenible y una cultura solar, con énfasis
en el uso de las fuentes renovables de energía. Desde el Sol nos llega la luz y el calor
que moldean el milagro de la vida en el planeta, y hacia la estrella más cercana a nuestros hogares alzamos la vigilia para aprehender la sabiduría ancestral que emana.
Con él advertimos y ejercitamos el verbo compartir.

En el último trimestre de 1997 aparece, como herramienta y tribuna, la revista científico-popular Energía y tú. La obra crece en sus páginas y se expande lúcida.
Con ella CUBASOLAR trasciende la faena cotidiana y la comparte. Desde siempre anuncia gustosa que la conciencia energética provoca el respeto ambiental, y de ahí el hombre llega a una cultura que le libera.

CUBASOLAR y Energía y tú –matriz y vástago– festejan al unísono, como órganos activos y concertados para que adelante el terruño y con él el mundo.