La rosa
térmica de los vientos, en Camagüey
La
dirección del viento
influye en el diseño arquitectónico de las ciudades
y el estudio
de la rosa térmica contribuye a tomar decisiones óptimas.
Por
Guillermo
de la Paz Pérez
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Con frecuencia se
cometen errores en los análisis de la ventilación natural
en la arquitectura, motivados por la elección del viento promedio
como predominante, por lo que resulta útil tener en cuenta el criterio
de rosa térmica para mejorar el confort y calidad de vida de los
ocupantes del ambiente construido.
Para sustentar la utilidad práctica de esa herramienta se analizaron
en Camagüey las horas de los seis meses más cálidos
de nueve años con el fin de proponer finalmente la dirección
del viento para el diseño, atendiendo al porcentaje de ocurrencia
y al tipo de advección, que en este caso debe ser fría,
ya que se busca refrescar el interior de los espacios (por advección
se entiende la penetración de una masa de aire frío o cálido
en un territorio).
Experiencia
camagüeyana
Al diseñarse un espacio arquitectónico se realiza un análisis
de las condiciones del ambiente en las cuales se inserta la obra, y en
el caso particular de las condiciones climáticas de Cuba se deben
tener en cuenta los movimientos aparentes del Sol en el año y el
régimen de vientos, para dar respuesta a las dos estrategias fundamentales
(protección solar y ventilación natural) que debe considerar
el arquitecto para minimizar el disconfort por calor.
Para el caso de la segunda estrategia –ventilación–,
un elemento decisivo resulta el análisis de la rosa de los vientos
de la región donde se ubicará la edificación, para
lo cual tradicionalmente se emplean gráficos de dieciséis
rumbos, con direcciones del «viento predominante», lo que
constituye una interpretación falsa de la climatología estadística.
Algunos urbanistas confunden el término de viento predominante
con el de viento promedio. El primero está dado por la dirección
del viento más frecuente durante el día en un lugar específico,
mientras que el segundo puede ser un viento ficticio, como resultaría
de un promedio de la dirección Nordeste y Este, que arroja el Este-Nordeste
como resultado, el cual puede ser que nunca sea observado en el lugar.

Fig. 1. Rosa de los vientos, de Camagüey.
Pero aún aceptado
que se usa correctamente el concepto de viento predominante, se debe tener
en cuenta el transporte advectivo que produce esta dirección, porque
es posible que la dirección predominante corresponda a la máxima
advección cálida. Por lo tanto, si se orientan las edificaciones
según esta dirección, lejos de lograr el bienestar deseado
con la ventilación interior, el resultado es el empeoramiento del
bienestar interior al permitir libremente la entrada del aire más
cálido que lo deseado.
Para resolver esta problemática se debe utilizar la rosa térmica
del viento, para que el proyectista tome decisiones adecuadas sobre las
soluciones de diseño urbano-arquitectónicas.
A partir de la confección de este tipo de rosa para los seis meses
más cálidos del año,
se determinaron las direcciones óptima y permisible de diseño
para lograr confort en los espacios habitables que se edifiquen en Camagüey
en las zonas de nuevo desarrollo, atendiendo a la trama urbana (Fig. 2).
Este resultado es demostrado con el estudio estadístico de nueve
años de medición de las variables climáticas seleccionadas
y la integración de un indicador de frecuencia. La propuesta también
se realizó debido a la influencia del efecto termorregulador del
viento en las condiciones morfológicas de la ciudad, caracterizada
por edificaciones de escasa altura con tipología colonial y emplazada
en el centro de una de las zonas más llanas de la Isla.

Fig. 2. Dirección del viento tradicionalmente utilizada
en Camagüey.
Investigaciones
Los datos de mediciones de temperatura (Ta) y dirección del viento
(Dv) para la confección de las rosas térmicas de los vientos
(RTV) fueron tomados de la Estación Meteorológica de Camagüey,
ubicada a 6 km del centro histórico de la ciudad. Estas variables
fueron seleccionadas para las horas (10:00 a.m., 1:00 y 4:00 p.m.) y meses
más cálidos (de abril a septiembre) del día y año,
respectivamente, o sea, los más desfavorables, en el período
de 1991 a 1999. El método que se utilizó para elaborar las
rosas térmicas se obtuvo del Dr. Luis Lecha Estela, con algunas
modificaciones, como la inclusión de un indicador de frecuencia
de ocurrencia para cada orientación. Finalmente se procedió
a la representación gráfica de las advecciones frías,
indicadas en gris claro, y las cálidas, en gris oscuro.
Aunque para el estudio se analizaron seis meses con sus respectivas rosas,
de forma independiente, para ejemplificar sólo se exponen los resultados
tabulados (Tabla 1)
y graficados (Fig. 3) del mes de abril.


Fig. 3. Rosa térmica de uno de los meses analizados
(abril).
Utilidad
Al final del estudio se realizó un análisis de todos los
datos de forma integral para definir
la dirección de diseño óptima y permisible para las
condiciones climáticas de Camagüey (Tabla 2).

Los resultados obtenidos
confirman que la dirección NE (tradicionalmente utilizada para
el análisis de la ventilación natural en edificaciones de
Camagüey) no es óptima, ya que
su frecuencia en los momentos de advección fría es 2,8 veces
menor que la orientación E.
Por lo tanto, la dirección del viento para el diseño en
Camagüey con mayor ocurrencia y advección fría, y por
ende la óptima para lograr una adecuada ventilación en los
meses cálidos del verano, es la E (Este) (Fig. 4).

Fig. 4. Rosa térmica de los vientos obtenida a partir
de la diferencia entre las advecciones cálidas y frías.
Quizá la utilidad
más significativa de esta investigación radica en la demostración
de que siempre es necesario estudiar las condiciones climáticas
locales y no utilizar las variables climáticas directas (sin ningún
análisis), tal y como se miden en las estaciones meteorológicas.
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