Notas al pasar páginas
Por
Jorge Santamarina Guerra*
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«En una de estas Quintas, que perteneció a la segunda Condesa de Jibacoa, se sembró la semilla de mango que dio los primeros de estos frutos que se produjeron en la Isla, habiendo traído la semilla don Felipe Alwood, en 1782. El árbol produjo el primer año cinco mangos, dos de los cuales vendió a una onza cada uno Gervasio Rodríguez, jardinero de la Condesa.
»En otra Quinta se introdujo como planta decorativa y exótica el marabú, que extendido por todas partes hoy resulta una plaga en los campos de Cuba. Así, de los jardines de nuestras Quintas salieron dos plantas que se propagaron por toda la Isla, encontrándose hoy en estado silvestre: el mango, útil y nutritivo, y el marabú, inútil y perjudicial». La moraleja huelga.
De la misma revista, en el artículo «La Colombia que yo conozco», del escritor y diplomático colombiano Próspero Morales Pradilla, quien en los años cuarenta trabajó en la Embajada de su país en La Habana, encontré este párrafo, que revela temprana nostalgia conservacionista, y, en su final, sutil ironía. El respeto ambiental que hoy enarbolamos tiene hondas raíces, aunque muchas veces desconocidas:
«Durante el último viaje que hice por el río Magdalena, advertí la ausencia de un personaje importantísimo: el caimán. Creía que el escamado reptil, fatal en el agua y torpe en la tierra, era el dios pagano del río y, por consiguiente, inmortal en la trayectoria de las generaciones.
Al verlo perezosamente tendido en las orillas del Magdalena, esperando incautos mosquitos o desventurados hombres, parecía pontificar a nombre de la naturaleza. Además, era muy grato observar la ineficacia de las balas dirigidas por expertos exploradores contra el cuerpo de los caimanes. Pero el caimán está desapareciendo para convertirse en billeteras. Esto debe ser un nuevo triunfo de la civilización». Qué triste, pero sobre todo, ¡qué error!
* Ecologista y escritor. Miembro de CUBASOLAR y la UNEAC.
Premio David (1975). Autor de varios libros de cuentos, novelas y artículos.
e-mail: santamarina@cubarte.cult.cu
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