Soberanía energética, medio ambiente
y desarrollo local sostenible



Por
Luis Bérriz Pérez*

La importancia de la generación energética
puntual en el desarrollo local, territorial y nacional.

 

Vamos a partir de una definición que se dijo en el curso de «Introducción al conocimiento del medio ambiente», del programa televisivo Universidad para Todos:

«El medio ambiente es un sistema complejo y dinámico de interrelaciones ecológicas, socioeconómicas y culturales, que evoluciona a través del proceso histórico de la sociedad, abarca la naturaleza, la sociedad, el patrimonio histórico-cultural, lo creado por la humanidad, la propia humanidad, y como elemento de gran importancia las relaciones sociales y la cultura».

Por lo tanto, forman parte del medio ambiente los recursos naturales incluyendo los energéticos, así como su aprovechamiento, y lo más importante, el ser humano en sí, las relaciones sociales y la cultura.
Cuando nos referimos al desarrollo sostenible, estamos hablando del mejoramiento sostenible, en todo sentido, del medio ambiente y como parte integrante del mismo, de las condiciones de vida de la humanidad. Si el desarrollo no mejora sino empeora el medio ambiente, no es sostenible.

Nos referimos a un desarrollo local, no como ente independiente y aislado, sino, muy importante, como parte de un todo y en interacción con el desarrollo de la nación en general. Nos podemos referir inclusive al desarrollo puntual, también como célula del desarrollo local y nacional.

Toda actividad, sea para bien o para mal, consume energía. No se puede hablar de un desarrollo sostenible basado en una economía energética que dañe irreversiblemente el medio ambiente.

Pero desarrollo sostenible de un pueblo implica soberanía en todo sentido. No puede existir desarrollo sostenible con dependencia externa. Cuando nos referimos a soberanía energética partimos, en primer lugar, de tener independencia energética, y en segundo lugar poder utilizar nuestros recursos energéticos en las actividades que determine el pueblo como necesarias para garantizar su desarrollo.

La independencia energética implica el autoabastecimiento por fuentes energéticas propias, acompañado por la posesión del conocimiento y las tecnologías para el aprovechamiento de dichas fuentes.

He querido empezar exponiendo definiciones, pues desgraciadamente he oído referirse en un discurso a un presidente de los Estados Unidos sobre el desarrollo energético sostenible, en el mismo momento en que estaba ordenando la muerte de miles de iraquíes con el objetivo de dominar su petróleo, precisamente, para lograr su llamado «desarrollo energético sostenible».

Pero vamos a referirnos a la situación en Cuba. Partamos de la situación actual.
Aceptemos los postulados siguientes:

• Toda actividad necesita energía.
• Todo desarrollo necesita, en primer lugar, un uso más eficiente de la energía, y después, un aumento en el consumo energético.
• El desarrollo se logra con el aumento generalizado de nuevas actividades puntuales, pero toda actividad nueva requiere de un nuevo consumo energético.
• La disminución de la dependencia energética es solo posible con la disminución de los portadores energéticos importados, por lo tanto, no se puede depender para el desarrollo de la importación de combustibles.

Vamos a plantearnos algunas características de la situación energética actual de Cuba:

• Alta dependencia del combustible importado (más de 50%) y por tanto baja seguridad energética.
• Un consumo relativo doméstico muy alto (más de 50%) en comparación con la industria y el comercio, lo que dificulta una disminución de la demanda máxima por acomodo de carga.
• Alto subsidio al consumo doméstico de electricidad para su correspondencia con el ingreso familiar.
• Una diferencia muy alta entre las demandas de electricidad máxima y mínima durante el día. A pesar de los esfuerzos realizados en el acomodo de carga, la demanda máxima es el doble de la demanda mínima.
• Ausencia de venta a la población de equipos que pudieran disminuir el consumo e inclusive generar electricidad, tales como sistemas fotovoltaicos, pequeños aerogeneradores, etcétera.
• Venta simbólica de equipos tales como calentadores solares a precios que el comprador, como paga la electricidad subvencionada, no recupera ni la cuarta parte de la inversión en la vida útil del calentador, cuando el Estado recuperaría la inversión en menos de dos años, solo con el ahorro de energía.

Hace algunos años, a partir de la Revolución Energética, se ha venido cambiando la política energética cubana. En los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución, aprobados en el último Congreso, varios lineamientos se refieren a un desarrollo energético sostenible. Vamos a referirnos solamente a dos:

• Lineamiento 113. Priorizar, en las relaciones con las organizaciones de colaboración internacional, el apoyo material y tecnológico en el desarrollo de objetivos para el aprovechamiento de las diversas fuentes renovables de energía.
• Lineamiento 247. Potenciar el aprovechamiento de las distintas fuentes renovables de energía, fundamentalmente la utilización de la energía eólica, hidráulica, biomasa, solar, biogás y otras.


Soberanía energética es independencia energética y poder utilizar
nuestros recursos energéticos en las actividades que determine
el pueblo comonecesarias para garantizar su desarrollo.

A partir de ese momento, hemos tenido diversos avances, tales como:

Por Decreto Presidencial se crea la Comisión Gubernamental con los principales objetivos siguientes:

1. Reducir la dependencia de los combustibles fósiles con el consiguiente efecto en la independencia energética del país.
2. Disminuir el alto costo de la energía que se entrega a los consumidores, debido a los precios de los combustibles y a la ineficiencia del sistema eléctrico que afecta directamente la competitividad de la economía en su conjunto.
3. Contribuir a la sustentación medioambiental, teniendo en cuenta que en el país la producción de energía con combustibles fósiles, es una de las mayores fuentes de contaminación ambiental.

Sin ir muy atrás, sino solamente al año pasado, 2013, podemos ver algunos logros:

• Se construyó una planta de generación de electricidad de 500 kW con biomasa forestal en La Melvis, ubicada en la Isla de la Juventud.
• Se construyeron tres plantas de biogás del MININT para el autoconsumo de electricidad de centros porcinos con una potencia de 120 kW cada una, ubicadas en Pinar del Río, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila.
• Se construyeron siete parques solares fotovoltaicos con una potencia de 11 MW en total: Guantánamo (2,5), Santiago de Cuba (1,5), Camagüey (1,6), Santa Clara (1,0), Cienfuegos (2,6), Isla de la Juventud (0,8) y La Habana (1,0).
• Se rehabilitaron ocho instalaciones hidroeléctricas: El Nicho (190 kW) en Cienfuegos, Pico Blanco (200 kW) en Villa Clara, Cirugía (60 kW) y Pozón de Canabacoa (200 kW) en Granma, El Mulo (22) en Pinar del Río, Uvero (200 kW) en Santiago de Cuba, Arroyón (260 kW) en Guantánamo y la Unidad No. 1 de Hanabanilla con 14 MW.

En estos momentos, el Estado cubano se plantea realizar un desarrollo acelerado en la producción de electricidad con fuentes renovables de energía. Algunos de estos proyectos son:

• Biomasa cañera: 755 MW
• Energía eólica: 633 MW
• Energía fotovoltaica: 700 MW
• Hidroenergía: 56 MW
• Biomasa no cañera: 47 MW
• Biogás (producción de electricidad): 27 MW

El avance propuesto es considerable si tenemos en cuenta que partimos de un nivel muy bajo de aprovechamiento de las fuentes renovables de energía.
Y aquí no está lo principal, que es la disminución del consumo por el aumento de la eficiencia.


La generación puntual de energía con los recursos energéticos
propios es un complemento imprescindible para garantizar y acelerar
el desarrollo sostenible local, territorial y nacional.


Pudiéramos, por ejemplo, cambiar toda la luminaria de bombillos ahorradores y de luz fría por LEDs, cambiar todas las cocinas eléctricas por cocinas de inducción, construir frigoríficos que trabajen solamente con energía solar y acumulen el frío durante las 24 horas, lograr que los refrigeradores domésticos y comerciales acumulen frío y no trabajen en horario pico, instalar cientos de miles o millones de calentadores solares, acumular agua en lugares altos con el uso de la energía solar o con bombeo en horas de la madrugada y no bombear en horario de máxima demanda, producir hidrógeno con energía solar como un método efectivo de acumulación de energía, utilizar los principios de la arquitectura bioclimática para disminuir la demanda energética en la iluminación y climatización de locales.

Mucho podemos y debemos hacer para garantizar la energía necesaria que permita el desarrollo y para lograr la independencia energética, pero en primer lugar debemos conocer las necesidades energéticas no por fuente sino por su uso final.
Un gran problema puede tener una gran solución, o una gran cantidad de pequeñas soluciones, o ambas a la vez que se complementen.

Para poder tomar decisiones adecuadas, no basta conocer en un municipio cuánta electricidad se consume o cuántos portadores energéticos (petróleo, gasolina y otros) hacen falta. Se necesita conocer principalmente el consumo energético por su uso final.
Es posible que por falta de disponibilidad de energía eléctrica tengamos que limitar nuestro desarrollo si seguimos los métodos tradicionales; sin embargo, si aplicamos determinadas soluciones podremos acelerar y multiplicar las posibilidades actuales, sin tener que esperar las grandes soluciones.

Ahí es donde se puede apreciar la gran importancia que tiene la generación energética puntual: en una casa, un comercio, una escuela, un centro cultural, un hospital, un organopónico, una cooperativa agrícola o industrial y otros, para lograr el desarrollo en todos los ámbitos.

Por ejemplo, si en un municipio 50% de la energía eléctrica es de consumo doméstico, pero se utiliza 45% de este en la cocción de alimentos, 15% en calentar agua, 15% en refrigeración, 10% en bombeo de agua, 5% en ventilación y 10% en iluminación y otros equipos electrodomésticos, y además, se sabe que este consumo es más de 60% en horario pico, es posible que se puedan tomar algunas medidas para disminuir el consumo de electricidad, principalmente en horario pico.

A uno de los participantes en un encuentro de usuarios del biogás y otras fuentes renovables de energía se le ocurrió hacer un digestor de biogás y ahorrar 45% de la electricidad que consumía. Después hizo un calentador solar y un molino de viento tipo Savonius con un tanque de 55 galones y con una bomba de soga. Además, cambió el refrigerador que tenía por uno de gas e hizo un secador para conservar los productos perecederos. Como en cada habitación utilizaban un ventilador todas las noches, hiciera calor o frío, principalmente para espantar mosquitos, además de mejorar la higiene ambiental puso mallas en las ventanas y puertas, y adecuadamente, hizo un extractor de aire que trabaja con el viento, y el techo, que es de placa, lo pintó de blanco. Hace meses que purifica el agua con energía solar. De los 200 kilowatt-hora de consumo mensual logró su disminución hasta 25. Ahora dice que tan pronto pueda va a instalar un panel fotovoltaico y autoabastecerse totalmente de la energía que necesita.

Este es un ejemplo de desarrollo energético puntual.
¿Ustedes se imaginan si este ejemplo se multiplica por miles, decenas o cientos de miles, lo que pudiera significar para el desarrollo local e inclusive territorial y nacional?
Pero para que este ejemplo se multiplique, lo primero que hace falta es la generalización del conocimiento. Conocer los principios de funcionamiento de un digestor de biogás, un calentador solar de agua, un secador solar, una bomba de soga, un ariete hidráulico, los principios de la arquitectura bioclimática, la importancia de los colores y principalmente el uso de los claros en paredes exteriores, el empleo de ventanas y vidrios, y otras cosas esenciales para la vida.

Los materiales son también imprescindibles, pero siempre se consiguen, si no es uno, es otro, aunque sería muy bueno que hubiera una existencia en las tiendas para facilitar la creatividad y resolver estos problemas y muchos más. También mucho pudiera ayudar la creación de cooperativas de producción y servicios en fuentes renovables de energía.
Pudiéramos concluir afirmando que la generación puntual de energía con los recursos energéticos propios es un complemento imprescindible para garantizar y acelerar el desarrollo sostenible local, territorial y nacional.

* Doctor en Ciencias Técnicas. Presidente de CUBASOLAR.
e-mail: berriz@cubasolar.cu