Pensar el 5 de junio

Por Mayra Casas Vilardell*, José A. Jaula Botet*, Luis G. Castillo Gonzalez*
y Dora L. Márquez Delgado*

Algunas consideraciones
a propósito del Día Mundial
del Medio Ambiente.



¿Qué debemos entender por medio ambiente?

Por medio ambiente se puede entender:
«El sistema que incluye a todo lo que existe
en el planeta Tierra, o sea, incluye a la naturaleza, la humanidad y la economía, donde esos tres componentes deben interactuar entre sí, con relaciones de intercambio de mutuo beneficio para cada uno de sus integrantes, por ser todos sin excepción, los propietarios del único medio ambiente donde existimos».

 

También se puede comprender por medio ambiente: «El sistema que incluye a todo lo que existe en el planeta Tierra, constituido por la naturaleza, que provee los recursos y las condiciones naturales para la existencia de todos los seres vivos, ya sea a las plantas como a los animales y a los seres humanos; así como también son parte del medio ambiente los componentes sociales y económicos empleados por el ser humano, para poder utilizar esos recursos y condiciones naturales, pero sin deterioro o destrucción de los mismos, con respeto a las demás especies animales y vegetales, que también son propietarias del medio ambiente en la Tierra».

Otra forma más amplia de explicar al medio ambiente: «El sistema que comprende a todo lo que existe en el planeta Tierra, como son los elementos creados por la naturaleza, tales como los organismos vivos (plantas, animales y seres humanos), los componentes sin vida (aire atmosférico, aguas, suelos, rocas, relieve, paisaje y otros); también lo relativo a la vida del ser humano (viviendas, ciudades, escuelas, hospitales, música, danza, deportes, religiones y otros); así como los elementos económicos también creados por el ser humano, como son las industrias, la agricultura, la pesca, la minería y otros; pero donde todos estos componentes por igual compartan en armonía el medio ambiente, en una relación de intercambio entre todos los componentes, al reiterar que el medio ambiente no le pertenece al ser humano, sino que el ser humano pertenece y debe respetar el medio ambiente en que vive».


¿Cómo ha sido la manera de relacionarse el hombre con la naturaleza?

La necesidad es obligatoria y permanente, la manera es la que ha sido diferente en distintos períodos.
El ambiente es un sistema y el hombre forma parte del mismo. Su vida depende de la interacción hombre-naturaleza. La forma de relacionarse es la que ha ido cambiando.
El hombre primitivo era consciente de su dependencia al medio natural; hasta los siglos xviii y xix se hablaba de la «madre Naturaleza» por su importancia y significado para la vida humana. La época posindustrial, y luego el advenimiento del capitalismo, provocó un distanciamiento, no del hombre con la naturaleza, sino de la forma en que el hombre realiza su actuación sobre ella, para la obtención de mayores beneficios y ganancias personales.
Los hombres excedieron la utilización racional de los recursos y de forma egoísta encubrieron en una falsa «racionalidad» actuaciones inadecuadas, que han provocado daños irreparables, que también se han convertido en serios problemas para la propia especie humana.
Importante resulta destacar que el hombre encubre una falsa categoría de producción, pues en realidad nada producimos, solo extraemos, transformamos y manufacturamos los recursos que la naturaleza nos brinda y que son limitados.


¿La existencia de los problemas ambientales está relacionada con nosotros, la especie humana?


Sin duda muchos de los problemas ambientales que enfrentamos están relacionados con la forma en que hemos organizado la ocupación del territorio, y son el resultado de la relación sociedad-naturaleza.

En nuestro planeta cualquier modo de vida basado en el uso de los recursos naturales y su sobreexplotación provoca problemas ambientales, y nuestra cultura ha estado modificando su geografía durante miles de años, sin tener en cuenta muchas veces que nosotros formamos parte de la naturaleza y que el planeta no nos pertenece.

Como consecuencia de nuestras actuaciones cada día se extinguen decenas de especies, lo que constituye hoy una extinción en masa, y la extinción no es solo la muerte, sino es el fin del nacimiento.

Estamos destruyendo los sistemas de soporte vital de nuestro planeta, producto de la insostenibilidad de los modelos de desarrollo que hemos sido capaces de crear, y necesitamos reinventar nuestras vidas normales para que sean más sostenibles desde el punto de vista ecológico, más socialmente justas y menos dependientes de los combustibles fósiles.


¿Cuáles son las consecuencias de estos problemas ambientales?

Las consecuencias de los problemas ambientales creados por el ser humano, pueden ser múltiples y sumamente peligrosas. Entre ellas se pueden citar las siguientes:

• La destrucción de la naturaleza; el ser humano ha devastado 90 % del medio natural que existía antes de su «llegada» al planeta.
• La desaparición por el ser humano de muchas especies vegetales y animales de gran utilidad para la alimentación, la salud y la vida humana.
• La seria amenaza de extinción del propio ser humano de la faz de la Tierra.
• La amenaza del llamado «cambio climático» por la progresiva contaminación de la atmósfera producida por el ser humano.
• La degradación de los suelos y los mares por el ser hu-mano, elevando el peligro de desaparición de nuestra especie.
• El deterioro escénico y estético del medio ambiente, en detrimento de la salud sí-quica de los seres humanos.


Los problemas ambientales actuales deben ser enfentados
a partir de una necesaria «solidaridad con el medio ambiente».

Esos, entre otros muchos problemas ambientales creados por la propia especie humana, que está llamada a revertir toda esta situación, so pena de desaparecer para siempre del único planeta en que vivimos.


¿Puede estar en peligro la especie humana?

Evidentemente, sí. Hemos llegado al punto de poner en peligro nuestra propia supervivencia; hemos diezmado a otras especies y dañado nuestro propio hábitat, a pesar de beneficiarnos durante miles años de la historia de la Tierra.

Paradójicamente, logramos la capacidad de utilizar la energía para tener éxito en romper el equilibrio del planeta, modificando la faz de la tierra en función de satisfacer nuestras necesidades.

La cultura tradicional desarrollada se ha basado en tratar de lograr un bajo costo económico, y paralelo a ello un alto costo ambiental, debido a que hemos ignorado los procesos físicos y ecológicos relacionados con la complejidad del territorio, reduciendo el mismo a la categoría de soporte de la organización funcional de las necesidades del hombre.

Como resultado final enfrentamos complejos problemas ambientales, derivados del cambio climático que es consecuencia del calentamiento global, causado por el desgaste de la capa de ozono y la creciente contaminación generada.


¿Cómo se pueden enfrentar los problemas ambientales actuales?

Hay que enfrentarlos a partir de una necesaria «solidaridad con el medio ambiente»; solidaridad no de palabras, sino de conductas cotidianas en la familia, el trabajo, en la toma de decisiones, en todo.

La educación ambiental es vital en este proceso. Ha sido el desconocimiento de las malas actuaciones y prácticas lo que ha provocado el deterioro ambiental. Somos conscientes de que si la población conociera el daño que provoca al ambiente en que vive, y que por tanto se hace a sí mismo, la situación fuera diferente. Es por eso que la familia, la escuela, la universidad y los medios de difusión, entre otros, tienen que jugar un papel muy activo para educar con una mirada diferente, hacia el medio en que vivimos.

Existen las instituciones, se ejecutan proyectos, hay una legislación ambiental vigente, un sentido de responsabilidad que ampara la propia Constitución, pero la educación ambiental tiene que ser una tarea en la que la acción de cada uno cuente; todos somos responsables del cuidado y conservación del medio ambiente, porque el planeta es la casa común y todos formamos parte de esa gran familia que estamos comprometidos, obligados, a cuidar.


¿Cómo los actores locales pueden asumir el reto de la protección ambiental?

La actuación local es fundamental. Una sola persona y una sola acción no pueden resolver los problemas ambientales globales, pero la acción de cada actor local contribuye, desde la base, a acercarnos a la solución de la problemática. El niño, la madre, el campesino, el cuentapropista, el obrero, todos, debemos fomentar en el hacer diario, el sentido de respeto a nuestro ambiente, así como el ahorro del agua y de la electricidad (que se genera mayoritariamente con petróleo, que es un combustible fósil). La aplicación de las fuentes renovables de energía con nuestro maravilloso sol como fuente inagotable, el uso de abonos orgánicos, el empleo de técnicas apropiadas para el cultivo de la tierra, el adecuado manejo de los residuos, son acciones que conducen al mejoramiento de nuestro ambiente. Cada 5 de junio debemos celebrarlo con el propósito de ser cada día ciudadanos más conscientes y lograr una conducta más comprometida con el cuidado de nuestro entorno. «Pensar globalmente y actuar localmente», es una máxima que todos debemos defender en cada uno de nuestros espacios.


¿Qué importancia tiene la participación en la solución de los problemas ambientales?

La importancia de la participación es vital, porque participación es concertación, es tener en cuenta las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos, es establecer compromisos y buscar soluciones viables. La gestión del ambiente no solo puede realizarse desde el punto de vista institucional, ya que es vital la gestión ambiental comunitaria.

La participación es el proceso mediante el cual los individuos toman decisiones sobre las instituciones, programas y ambientes que les afectan.
Solo una comunidad sabe a ciencia cierta cuáles son sus principales problemas ambientales, y cuáles sus prioridades, pero en muchas ocasiones los especialistas suponen que saben qué es lo mejor para una comunidad, y subestiman el criterio ciudadano.

La participación ciudadana aporta inventivas, capacidades técnicas, creatividad, incrementa las posibilidades de resolver los problemas y permite establecer una comunicación real que supone métodos de interacción mutua entre políticos y pobladores en la búsqueda de la construcción colectiva.


¿Cómo puede la participación a nivel comunitario influir en la mejora y conservación el ambiente?

En lo referente al cambio climático, los actores sociales comunitarios perciben la problemática como ajena a sus acciones puntuales en lo local, y las acciones locales no solo pueden posibilitar la tendencia a solucionar las problemáticas, sino contribuir a dejar de generarlas.


La gestión del ambiente no solo puede realizarse desde el punto
de vista institucional, sino que es vital la gestión ambiental comunitaria.

Las comunidades integradas ambientalmente pueden identificar acciones puntuales y modos de realizarlas, para avanzar en pos de mitigar los efectos del cambio climático a nivel local, y en la solución de sus problemas ambientales.

Lo que la gente no haga suyo difícilmente puede funcionar bien; se pueden tomar muchas medidas desde el punto de vista de una gestión ambiental institucional, pero sin una participación ciudadana real, las políticas pueden fracasar.

Uno de los puntos clave para la participación ciudadana a nivel local, es fomentar el sentido de pertenencia, y desde la comunidad algunas acciones a realizar pueden estar relacionadas con el tratamiento integral de residuos (contemplando la separación en origen, el reciclado y reuso, entre otras acciones); el uso racional de energía eléctrica, así como el fomento de fuentes alternativas de generación de esa energía; el ahorro, la captación y el reuso de las aguas pluviales, y la protección del patrimonio natural.

* Economista, Geógrafo, Arquitecto y Pedagoga, respectivamente. Profesores investigadores del Centro de Estudios de Medio Ambiente y Recursos Naturales (CEMARNA), de la Universidad de Pinar del Río, Cuba.
e-mail: mcasas@upr.edu.cu