Camino empedrado,
pero con Sol



Por
José Antonio
Guardado Chacón*

¿Qué es el Movimiento de Usuarios del Biogás (MUB)?

 

El Movimiento de Usuarios del Biogás (MUB) es una agrupación cubana voluntaria y solidaria, vinculada a la tecnología del biogás, para su aplicación, promoción y desarrollo, como eslabón de una cultura socioambiental sostenible. El MUB comenzó a gestarse en 1983 a partir del Proyecto GBV.

El Proyecto GBV se caracteriza por acciones diversas para la aplicación y generalización de la tecnología del biogás en las condiciones específicas de Cuba, dentro del movimiento popular que se inició en los años 80, y lideró el Grupo para el desarrollo de plantas de biogás y sistemas para el tratamiento de residuales en Villa Clara.


¿Con quiénes trabaja?

El MUB ha trabajado con diversas instituciones y organizaciones en el país, siendo la sociedad cubana su principal sostén. En consecuencia, ha funcionado con apoyos de los gobiernos municipales y provinciales, así como con recursos propios y la autogestión de sus integrantes, incluyendo los financiamientos por proyectos de colaboración.


¿Cuál ha sido su escenario principal?

Su escenario fundamental han sido las fincas productoras y de autoconsumo, entidades porcinas, y otros usuarios en general, como parte de las estrategias de desarrollo local.


Algunos aspectos de su contexto histórico


La historia del MUB abarca tres períodos fundamentales: Primero (1984-1994), segundo (1994-2004) y tercero (de 2004 a la fecha).
Este proyecto, convertido en movimiento con el empleo de la ciencia, la técnica y el ingenio popular, ha contribuido a la formación de valores y recursos humanos en el contexto del «arte del biogás en Cuba»; por tal concepto entendemos la acción participativa y creativa de un sector de la población cubana en la instrumentación y generalización de la tecnología del biogás, a partir de características, posibilidades y condiciones específicas.

Los talleres o encuentros de usuarios del biogás a diferentes niveles, han contribuido al conocimiento y aplicación del biogás en las diversas provincias del país. Las acciones promovidas y que se han socializado por estos intercambios de usuario a usuario, han permitido también la interrelación y colaboración entre los principales actores, contribuyendo de manera decisiva en la necesaria cultura popular en pos del desarrollo progresivo del biogás en Cuba.


Camino empedrado

En julio de 1984, con la creación del Grupo de Proyectos para el Diseño y Desarrollo de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales y Potabilizadoras, en la Empresa de Investigaciones y Proyectos Hidráulicos de Villa Clara, del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), comienza un trabajo de sensibilización, capacitación y aplicación del biogás, con técnicos y especialistas del sistema de recursos hidráulicos, así como de profesionales y miembros de la Sociedad de Ingeniería Hidráulica de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc), que se hacen llamar Grupo de Biogás Villa Clara (Proyecto GBV), agrupados voluntariamente.


El MUB sustenta las condiciones de vida de la población mediante
la aplicación de sistemas anaeróbicos para el aprovechamiento
de residuos orgánicos (y otras fuentes renovables de energía).

A partir de 1994, las experiencias adquiridas por el Grupo se extendieron a Matanzas y Pinar del Río. La población cubana vivió en esos años un período crítico en sus condiciones de vida; el país atravesaba el llamado «período especial» en el que se agudizó una crisis económica profunda, tras la caída del campo socialista. Se presentaron grandes limitaciones en todos los ámbitos sociales y en particular en la vida doméstica, relacionadas principalmente con la insatisfacción de necesidades existenciales, tales como la gestión y cocción de los alimentos. Muchas alternativas surgieron de la innovación popular que propiciaron la solución a diversas carencias materiales y múltiples dificultades. La promoción del conocimiento sobre las fuentes renovables de energía y sus variantes de uso, sintonizaron de manera coherente con las problemáticas existentes y la situación mundial ante el agotamiento de los combustibles fósiles.

En numerosos campos cubanos y zonas rurales comienzan a aparecer rústicos fogones y la experimentación de la tecnología del biogás, caracterizada por la diversidad de diseños surgidos del ingenio popular. De esta manera, comienzan a desarrollarse, en Villa Clara, diversas acciones bajo el liderazgo del Grupo para el tratamiento de aguas residuales y plantas de biogás. Ello contribuyó notablemente a la adquisición de valiosas experiencias en Villa Clara, y luego en el resto del país.

En la segunda mitad de la década de los años 90 se vinculan al MUB otros territorios, hasta establecerse en nueve provincias en el país. En el 2009 se celebra el Primer Encuentro Nacional de Usuarios del Biogás, por iniciativa de la provincia promotora (Villa Clara).

Así, la referida agrupación comienza a aglutinarse ante los beneficios energéticos y ambientales que ofrece el uso del biogás, primero bajo el proyecto denominado GBV, hasta convertirse en el actual MUB, que ya se generaliza en todo el archipiélago cubano.


Conceptos en el contexto del MUB


El «biogás» es un gas combustible que se produce como resultado del tratamiento de la materia orgánica mediante el proceso de la digestión anaeróbica que ocurre en los «biodigestores». En este proceso se obtiene:

• Gas combustible de calidad reconocida (biogás).
• Lodos estabilizados que pueden ser utilizados como biofertilizantes (biosol o bioabono).
• Efluentes líquidos que pueden ser utilizados como acondicionador de suelos (biol).

Los «biodigestores» son obras o instalaciones concebidas para tratar residuos de origen orgánico mediante la digestión anaeróbica. Son sistemas sin residuos, es decir, a ciclo cerrado.

La quema de biogás en un motor de combustión interna, mediante la cogeneración, permite aprovechar parte de la energía generada en forma de calor. Ello reduce y elimina el costo asociado a otros combustibles. Constituye una inversión rentable en el tratamiento de los residuales, al producir abono orgánico, sin provocar emisión de gases contaminantes, a la vez que humaniza el trabajo sobre la base de una alternativa tecnológica, económica y socialmente sostenible.

Los «sistemas de tratamiento con biogás» son un conjunto de instalaciones u objetos de obras con esquemas integrales con el objetivo de buscar soluciones a los problemas ambientales, de alimentación, producción de abono y energía, a partir de aguas residuales o residuos de origen orgánico, teniendo en cuenta el ecosistema circundante, la captación y el aprovechamiento del biogás. Los productos finales del biodigestor son efluentes con valor de uso, que emanan de los sistemas de tratamiento con biogás (biogás, biol y biosol).


Misión, visión y actividades del MUB


La misión del MUB a partir de su planeación estratégica es: «Sustentamos las condiciones de vida de la población mediante la aplicación de sistemas anaeróbicos para el aprovechamiento de residuos orgánicos (y otras fuentes renovables de energía)».
Con la visión de dos años de ser «un Movimiento organizado en territorios, con capacidad de generar proyectos y acciones locales, relacionados con la tecnología del biogás, a partir de sinergias con actores locales, la formación de expertos y la construcción de plantas in situ, además de poder asesorar y acompañar procesos locales de introducción y desarrollo de la tecnología del biogás en Cuba».

Como resultado de dicho proceso, se ha organizado un proyecto en cuatro programas, con un accionar sistémico, que se complementan entre sí y se transversalizan: el enfoque de género, el desarrollo local, el liderazgo colectivo y la participación.
El MUB tiene un carácter novedoso dado por su sustento popular. Otras iniciativas con formato de trabajo similar tienen un componente empresarial o financiero, es decir, el conocimiento no es «gratis», entre otros aspectos.

Por otra parte, en consonancia con su misión, se prevé la búsqueda de alternativas concretas para eliminar gratuidades y garantizar su sostenibilidad, siempre sin fines de lucro.


Algunas actividades desarrolladas


Muchas actividades han sido desarrolladas, tales como: asesoramiento técnico a diferentes instancias vinculadas con el tema; acciones diversas como parte de la capacitación sistemática a usuarios del biogás (confección de fichas y expedientes técnicos; asesoramiento en la ubicación, elección y diseño de sus plantas de biogás; desarrollo de estudios, análisis, métodos de cálculos y metodologías; impartición de cursos y talleres teórico-prácticos; formación de valores y recursos humanos en los saberes del biogás; creación de círculos de interés en las escuelas; colaboración con diversas instituciones dentro y fuera del país, así como con proyectos de colaboración; consultorías a cuentapropistas y cooperativas agropecuarias o no; elaboración de planos, artículos, folletos, manuscritos, libros, etc.); construcción de biodigestores directamente con los beneficiarios, los cuales rebasan la cifra de mil actores sociales, entre productores, líderes comunitarios, constructores, técnicos e ingenieros, investigadores, decisores y especialistas de instituciones, amas de casas, etc.; junto a otras actividades, como visitas de supervisión o demostrativas, recorridos e intercambios, desarrollo de polígonos de experimentación (plantas de biogás con diversos diseños y usos), y encuentros nacionales de usuarios de biogás. En el 2014 se inicia un proceso de diagnóstico con los integrantes del MUB para comenzar su planeación estratégica, que ha permitido afianzar el sentido de pertenencia a esta agrupación, y elaborar con los insumos obtenidos un proyecto mucho más sólido con enfoque de desarrollo local en escenarios de mayor incidencia en el uso de esa tecnología.


En el MUB se construyen los biodigestores
directamente con los beneficiarios.

Los biodigestores constituyen una vía eficiente para el tratamiento de los residuales de altas cargas, sin descartar sus impactos en el uso doméstico y en los beneficios comunitarios al reducir la contaminación (entre 80 y 85%), tanto a los cuerpos de agua como a la atmósfera.

De esta forma se benefician familias de comunidades rurales, que podrán producir parte de la energía que consumen, a partir de dicha técnica que economiza el empleo de combustibles y aprovecha los otros productos finales de la tecnología (biol y bioabono) en la producción de alimentos.

De los mil biodigestores de cúpula fija a construir en el país por esfuerzos propios y dirigidos a los establecimientos porcinos, planificados en el 2014, más de un centenar quedarán en Villa Clara, en tanto de los 562 biodigestores tubulares a instalar por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), unos 260 serán habilitados en la citada provincia. Estos resultados en el año que termina y que fue declarado por la ONU como Año de la Agricultura Familiar, son suficientes razones para que la Unión Panamericana de Ingenieros le entregara a Cuba y a su coordinador nacional el Premio Panamericano de Desarrollo Sostenible Luis Wannoni Lander, por haber recorrido ese camino empedrado que se inició en 1984 y que encontró su Sol en el 2014.

* Doctor en Ciencias Técnicas. Coordinador Nacional del Movimiento de Usuarios del Biogás (MUB) y miembro de la Junta Directiva Nacional de Cubasolar, Cuba.
e-mail: gcubasol@enet.cu