Mujer y energía

Utilidad de la virtud

 



La disponibilidad y el control de la energía juegan un papel trascendente en el desarrollo económico, político, social y medioambiental de cualquier país.

 

Sin embargo, más de dos mil millones de personas que sobreviven en los países menos desarrollados, mayormente procedentes de zonas rurales, satisfacen sus necesidades a partir de fuentes tradicionales como la leña y el carbón vegetal, y carecen de servicios energéticos modernos y eficientes. El carácter multidimensional de esta problemática determina que en su solución, todos debemos participar.

En tal sentido, para lograr mayores avances y un cambio de perspectiva razonable y eficiente en el desarrollo energético, debe prestarse más atención a los aspectos de género, y a la relación existente entre las mujeres y la producción, distribución y utilización de la energía. Las diferencias de los roles socialmente construidos entre ambos sexos también definen en notable medida su participación en el ámbito energético, por cuanto presentan diversos grados de necesidades, intereses, acceso y control de los recursos y servicios energéticos.

En Cuba, por los crecientes avances en materia de género, se ha logrado disminuir esa brecha, y la mujer también se convierte en una figura clave en el uso y control de la energía, específicamente en los procesos de producción, toma de decisiones y formación de recursos humanos.

Por la importancia del tema, la revista Energía y Tú inicia la sección «Mujer y energía», para abordar la vida y obra de mujeres relevantes en este campo en Cuba, mediante entrevistas e intercambios que describan su loable quehacer. Sin duda, un granito más para lograr el justo empoderamiento de la mujer en estas cuestiones vitales y trascendentes.

Y nadie mejor para abrir estas páginas que con una reconocida especialista y, en particular, una muy activa y querida miembro de Cubasolar.

Nombres y apellidos: Elena Vigil Santos.
Lugar de nacimiento: La Habana.
Grado académico: Dra. en Ciencias Físicas, Profesora Titular de Mérito, Miembro de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba.
Ocupación actual: Profesora e investigadora en la Universidad de La Habana, Facultad de Física e Instituto de Ciencia y Tecnología
de Materiales.

Eytú: —¿Cuáles han sido tus aportes en el terreno de las fuentes renovables de energía y el respeto ambiental?
E.V.S.: —Como profesora he impartido cursos de posgrado en Cuba y el extranjero, referentes a los materiales para el aprovechamien-to de la energía solar, las celdas solares y el hidrógeno combustible. Además, organicé el concurso de problemas sobre fuentes renovables de energía (FRE) para los cursos universitarios de pregrado de Física General en diferentes carreras.

 
La Dra. Elena Vigil junto al lider histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, durante una exposición de resultados del entonces Instituto de Materiales y Reactivos para la Electrónica de la Universidad de La Habana (IMRE), que se realizó en el Consejo de Estado. En la foto también aparece el Dr. Leonel Pérez Marín, ya fallecido, quien fuera Director fundador de dicho instituto.

 

Como investigadora he propuesto y ejecutado proyectos nacionales para el desarrollo de celdas solares. Actualmente tengo aprobado un proyecto en el Programa Nacional de Ciencias Básicas sobre la obtención de hidrógeno, descomponiendo la molécula de agua con la radiación solar, y otro proyecto en el Programa Nacional de FRE para el desarrollo de estructuras fotovoltaicas para celdas solares de tercera generación en base a puntos cuánticos.

Soy autora de más de 90 publicaciones científicas nacionales e internacionales, con más de 400 citas. Tengo más de 200 presentaciones en eventos nacionales e internacionales y cuatro patentes concedidas.

Por otra parte, también he trabajado en actividades de extensión universitaria para la promoción de las FRE, como la creación de la Cátedra de Energía Solar en la Universidad de La Habana donde se han organizado charlas, paneles, mesas redondas y cursos; también he escrito algunos artículos de divulgación científica. Durante un periodo fui presidente de la Delegación Habana de Cubasolar y actualmente soy miembro de su Junta Directiva. De igual modo, promoví la propuesta sobre la prioridad del tema «Energía Sostenible» en el Comité Regional para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional de Ciencias, del cual fui miembro por elección del 2006 al 2012; actualmente soy miembro de la Comisión de Energía Sostenible de dicho Comité.

REyT: —¿Cómo logras el balance entre su trabajo y la responsabilidad con la familia?
E.V.S.: —Con la comprensión y apoyo de la familia y con mucha dedicación a ambas.

REyT: —¿Qué obstáculos has tenido que superar?
E.V.S.: —La falta de tiempo para todo lo que quisiera hacer. Y en las investigaciones, la falta de recursos.

REyT: —Principales satisfacciones…
E.V.S.: —Mi familia. El pequeño grano de arena aportado en lo laboral y social; que es a la vez insatisfacción por no ser mayor.

 

 

REyT: —¿Qué te gusta hacer en casa?
E.V.S.: —Conversar y jugar con mis nietos. Me encanta estudiar, aunque no es mucho el tiempo disponible en casa por los deberes laborales y familiares que exigen tiempo extra. En realidad, prácticamente no dispongo de tiempo para entretenimientos fuera de casa; esporádicamente paseo con mis nietos; y de forma aún más esporádica voy al algún teatro.

REyT: —Alguna anécdota relacionada con tu papel como mujer.
E.V.S.: —En los primeros años de la década del 70 tenía un carro pequeño (un Moskovich, de un modelo diferente y aún más pequeño que los más conocidos). En esa época muchos se asombraban de ver a una mujer manejando un carro. Por cierto, fue ese carro el que posibilitó que con mis dos hijos pequeños en círculos infantiles, yo pudiera ser subdirectora de la entonces Escuela de Física, hoy Facultad de Física.

En esos años nos visitó el Dr. Fieschi, quien además de ser un físico de reconocido prestigio en Italia y el mundo, pertenecía a la aristocracia italiana. (Por su gestión se estableció la beca Andrea Levialdi, con la que varios físicos hicieron estudios en Parma, Italia). Yo lo atendía y lo llevé a él y a su esposa a mi casa en ese carro. Me contó un compañero que estudiaba entonces allá, que al regreso del Dr. Fieschi a Italia su mayor impresión fue que la subdirectora para las investigaciones de la Escuela de Física fuese mujer y que manejase ese Moscovich. ¡Cómo no se iba a impresionar si cuando íbamos hacia mi casa el carro empezó a echar humo a mitad de camino, porque había olvidado echarle agua!

REyT: —Palabra favorita…
E.V.S.: —Verdad.

REyT: —Palabra que rechazas…
E.V.S.: —Las vulgares.

REyT: —Lo que más amas…
E.V.S.: —Cuba y mi familia.

REyT: —Lo que más odias…
E.V.S.: —La crueldad, los abusos.

REyT: —¿Qué otra ocupación hubieses querido realizar?
E.V.S.: —Estoy satisfecha con las que tengo.

REyT: —Algún consejo…
E.V.S.: —En general en los momentos actuales, y más que un consejo, quisiera reiterar la necesidad imperiosa de que cada cual cumpla y haga a cabalidad lo que le toca en su trabajo o en la responsabilidad que tenga.