Energía, su acumulación y uso final
Desgraciadamente, como el período de su formación es tan largo, no se pueden Salvar el mundo y el futuro desde el punto de vista energético, pasa necesariamente También la biomasa es energía solar acumulada y si se explota correctamente, De la misma forma, el agua de los ríos y embalses pueden ser portadores de la energía solar acumulada (por el ciclo natural del agua), en este caso llamada energía hidráulica. El problema se complica cuando se necesita producir energía eléctrica directamente La variabilidad e intermitencia de esas fuentes es determinante en sistemas locales aislados, donde una sola nube, por ejemplo, puede hacer disminuir casi instantáneamente la generación de electricidad en 90%. También un sistema aislado con un generador eólico es muy sensible a la variación del viento, si no dispone de acumulación. Sin embargo, estos aspectos negativos pueden ser disminuidos en un sistema de generación distribuida acoplado a una red, o sea, con muchos puntos de generación convenientemente separados, tanto eólicos como fotovoltaicos, ya que pueden tener diferentes velocidades de viento y de intensidades de radiación, pero entre todos, se compensan. Un sistema bien diseñado puede producir una generación de electricidad continua (aunque de valor variable), e inclusive, predecible con 24 o 48 horas de anticipación. Pero esto no es suficiente. En todo sistema de suministro de electricidad, como la demanda es tan variable, es necesaria la acumulación del portador energético para Un método es mediante el uso de baterías eléctricas. En este momento ya se utilizan Otro método de acumulación es mediante la producción de hidrógeno. El hidrógeno Se puede predecir que, con los avances de la ciencia y la técnica, el uso del hidrógeno como portador acumulador de energía, tanto para la producción de electricidad para usos industriales, comerciales, sociales y domésticos, así como para el transporte eléctrico, será algo habitual en los próximos años. Otro método de acumulación de electricidad pudiera ser mediante instalaciones hidroacumuladoras. Las hidroacumuladoras ya se utilizan en sistemas de producción de electricidad, como las plantas electronucleares. Este método consiste en aprovechar la electricidad sobrante para bombear agua a tanques, estanques o embalses situados en niveles superiores, y generar electricidad en turbinas hidráulicas con esa misma agua, en los momentos en que se requiera. Esta es también una forma de resolver la intermitencia por muy brusca que esta sea. Sería provechoso realizar un estudio técnico económico del posible uso de hidroacumuladoras con sistemas fotovoltaicos y eólicos, en dependencia del tamaño de la red. Es interesante reconocer que los métodos de acumulación mencionados pudieran también ser económicamente positivos, aun en sistemas de generación de electricidad con hidrocarburos, con el objetivo de hacerlos más eficientes y disminuir los efectos negativos de la diferencia de consumo durante el transcurso del día, o sea, en los picos eléctricos; y a la vez, aminorar la necesidad de tener una potencia instalada muy alta, para usarla solamente en pocas horas. En todo sistema energético, la acumulación es necesaria para lograr su estabilidad, seguridad y eficiencia. En un sistema basado en el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, dicha acumulación es imprescindible. Sin embargo, para lograr esto se deben cambiar dos conceptos: en primer lugar, el Si se conoce la necesidad de energía por uso final, puede cambiar el concepto de acumulación de energía. No se trata de almacenar energía para producir electricidad cuando sea necesaria, sino la de almacenar energía para satisfacer una necesidad |