AHORRAR CON LA LUZ Por Bruno Henríquez
El consumo energético tiene un componente apreciable en el uso que se hace de él para producir iluminación. Cuando se habla de ahorro muchos piensan en apagar las luces innecesarias, disminuir el número de lámparas o usar otras más eficientes y éstas son ideas correctas, pero no las únicas. Muchas veces al tomar medidas para ahorrar se producen errores que aumentan el consumo, se disminuye el bienestar visual y se ocasionan daños de tipo permanente a instalaciones y construcciones. |
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Disponibilidad de luz diurna.
Una de las mejores formas de ahorrar electricidad en cuanto a la iluminación es el aprovechamiento de la luz diurna o luz natural, para esto se deben tener en cuenta, entre otras cosas:
Cuántas horas de luz natural están disponibles durante el día.
Dónde y cómo situar las ventanas y lucernas.
Por donde le entra la luz a los locales que nos interesan.
Si entran los rayos directos del sol.
Ubicación de los puestos de trabajo o de estar.
Para utilizar la luz natural no basta con abrir las ventanas, poner tejas translúcidas en el techo o apagar la luz eléctrica.
Debemos saber si los niveles de iluminación en los lugares donde vamos a desarrollar nuestras actividades son los correctos.
Muchas veces al visitar locales de trabajo y en algunas viviendas encontramos una serie de situaciones típicas:
Las luces están encendidas en locales que tienen un buen nivel de iluminación, incluso demasiado alto, aún cuando no hay nadie en el local.
Locales que pueden tener una buena iluminación natural tienen las ventanas unas veces cubiertas por cortinas, (opacas en muchos casos y sin posibilidad de correrse), o pintadas de colores oscuros.
Todas las luces de un local se encienden con un solo interruptor sin dar la posibilidad de encender o apagar cada lámpara individualmente según sea necesario.
Cuando ocurre lo anterior, se quitan las lámparas para no gastar.
Se han sustituido los sistemas automáticos fotosen-sibles de encendido y apagado por sistemas controlados por relojes eléctricos. Lo que hace que los apagones saquen de sincronía el sistema y las luces estén apagadas cuando deben estar encendidas y viceversa.
Los vidrios de las ventanas y lucernas, las tejas translú-cidas, los bombillos y lámparas están sucios, llenos de polvo o de hollín. Lo que disminuye el poder de iluminación de cada dispositivo.
Las paredes del
interior del local están pintadas de colores oscuros.
Para evitar que desperdiciemos la energía eléctrica y no tengamos ni la iluminación ni
la comodidad que requiere nuestra vista daremos hoy algunas recomendaciones y en próximos
artículos comentaremos algunas situaciones con más detalle.
Pinte las paredes y ventanas de colores claros. Para las ventanas y el techo se recomienda el color blanco. Esto ayuda a la entrada de la luz y evita el deslumbramiento por contraste.
En los locales con varias lámparas como aulas y talleres, coloque varios interruptores de forma que se puedan controlar las lámparas individualmente o en filas paralelas a la fachada donde se encuentran las ventanas. Esto permite el uso de la iluminación combinada según sea necesario. El precio de un interruptor es más o menos el de el combustible que consume una lámpara en 3 meses. El interruptor se compra una vez y el consumo de una lámpara encendida por un mal diseño es permanente.
Evite el uso de las cortinas y en caso de ser necesarias, hágalas realmente cortinas, o sea, que puedan correrse a voluntad ya sea para oscurecer el local o para iluminarlo. La cortina no protege de la entrada de la carga térmica ésta hay que evitarla desde afuera.
La combinación de vidrios y cortinas no es muy feliz porque aunque éstas eviten la entrada de la luz, no evitan el efecto del calor después que éste atravesó el vidrio y está dentro del local.
Evite la penetración de los rayos directos del Sol en el local y sobre las áreas de los puestos de trabajo. Esto produce deslumbramiento además de las incomodidades térmicas por el calentamiento del local.
No use techos que estén formados completamente por tejas translúcidas. Éstas son dispositivos para contribuir a la iluminación no para crear invernaderos que en nuestra latitud tienen un efecto dañino. Úselas sólo en una porción de éste que garantice la iluminación y no aumente la temperatura. Muchas veces con 8 % del área de techo es más que suficiente.
Evite los paños de vidrio fijo en las fachadas sur y oeste porque producen deslumbramiento y una carga térmica excesiva en el local.
Lave o limpie periódicamente las lucernas, las ventanas, los bombillos y las lámparas, así no interrumpe el paso de la luz.
Debemos evitar el gasto excesivo de la energía no las condiciones que nos dan comodidad. Si hacemos inversiones que no consuman energía como las mencionadas anteriormente, el edificio y el local serán más económicos durante su vida útil y nuestros ojos también lo agradecerán.