Alimentación natural para prolongar la vida
La alimentación natural ayuda a cambiar los hábitos alimentarios cubanos para obtener una vida más sanaPor Madelaine Vázquez Gálvez y Tito Núñez Gudás
Ilustraciones: Anto
Cuba, después del descubrimiento de América,
sufrió un proceso de colonización que provocó el exterminio casi total de su población
aborigen, lo que determinó la creación de hábitos alimentarios bien diferentes a los de
su población autóctona. Debido a la notable variedad de grupos étnicos que arribaron a nuestro país se conformaron costumbres no siempre acordes con nuestros requerimientos nutricionales en dependencia del clima y los recursos naturales. |
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La preferencia por los productos fritos, el uso abundante de azúcar, el poco consumo de frutas y hortalizas así como el uso de poca variedad de plantas condimentarias (ajo, ají, cebolla y tomate, preferiblemente), marcan un estilo de alimentación inadecuada, que debe transitar un camino de enriquecimiento en donde estarán presente la amplísima variedad de recursos que brinda nuestro suelo.
Es preciso romper esquemas tradicionales de ingestión abundante de 3 ó 4 productos (arroz, frijoles, vianda y cerdo) que no pueden aportar la inmensa variedad de nutrientes que un organismo sano necesita (grasas, proteínas, carbohidratos, vitaminas, sales minerales, oligoelementos y enzimas) y familiarizarnos con un patrón alimentario más rico y natural.
Cuba, país con elevados indicadores en materia de salud, posee potencialidades para continuar incrementando la calidad de vida del cubano con un acercamiento a nuestra fértil tierra y abundante sol.
Una dieta basada fundamentalmente en productos de origen vegetal es esencial para evitar enfermedades de carácter no infeccioso como son las cardiovasculares, la diabetes mellitus, ciertas formas de cáncer, afecciones del hígado y caries dentales que se están convirtiendo en las epidemias del siglo XXI.
Con relación al cáncer existe una base científica muy fuerte que muestra que ciertas frutas y verduras pueden proteger contra todos los cánceres gastrointestinales y vinculados con el fumar. También se ha demostrado la capacidad de prevención del cáncer del colon producida por los cereales con alto contenido en fibras.
Estos granos pueden reemplazar los alimentos animales, particularmente la carne roja, que aumenta el riesgo de algún tipo de cáncer. Las enfermedades del corazón pueden ser prevenidas con un plan de dieta que proporcione fibra soluble, ácido fólico y antioxidantes y reduzca los depósitos de grasa.
La diabetes mellitus es una de las mayores amenazas para la salud en el siglo XXI. Se estima que hay actualmente 135 millones de afectados, este número se cree que ascenderá a 300 millones para el año 2025. La causa principal de esta epidemia es el envejecimiento de la población, dietas no sanas, estilo de vida sedentario y obesidad.
El alejamiento de una alimentación natural caracterizada por el consumo excesivo de productos industrializados saturados de aditivos alimentarios, ha provocado en las poblaciones de los países desarrollados un notable desorden nutricional, expresado en el aumento de enfermedades crónicas asociadas a la alimentación.
Comparada con la dieta de nuestros antecesores, la dieta moderna la desventaja de suministrar el doble de grasas, un tercio de fibras, mucho más azúcar y sodio y menos micronutrientes.
Afortunadamente en Cuba se puede informar y educar a la población para promover dietas y estilos de vida saludables.
Todo lo que necesitamos para ser sanos o para restablecer la salud, ha sido provisto por la naturaleza. En la medida que las personas conozcan la importancia de una dieta sana para el mantenimiento de una salud óptima y evalúen lo pernicioso de ciertos hábitos, se llegará a una etapa cualitativamente superior en lo que a comer con calidad se refiere.
En nuestro pueblo existe la tradición desarrollada desde la época colonial de cocinar las frutas para la elaboración de postres. Sin embargo, éstas deben consumirse frescas y maduras, ya que contienen sus propias enzimas y pueden pasar por el estómago en 20 ó 30 minutos sin necesitar digestión alguna puesto que llegan predigeridas a causa del proceso de maduración. Además deben consumirse con el estómago vacío para no interferir su paso por el tracto gastrointestinal.
La digestión requiere del cuerpo más energía que ninguna otra función. La fruta no necesita prácticamente de energía digestiva alguna, por lo que ésta se puede utilizar eficientemente para otros procesos como la eliminación de residuos y toxinas, función de gran importancia para la preservación de la salud.
Las frutas, si se consumen adecuadamente, tienen la maravillosa capacidad rejuvenecedora de contrarrestar la formación de ácidos dañinos a la salud.
La primera prioridad de cualquier alimento es su valor como combustible. Sin combustible el cuerpo no puede existir. Este debe ser el factor decisivo en la determinación del valor de cualquier alimento. Para ello, las frutas son las más recomendadas.
La necesidad del consumo preferencial de frutas y verduras viene dada también por su contenido equilibrado de agua, ya que estos alimentos proporcionan un medio de transporte líquido para que las sustancias nutritivas lleguen a los tejidos el cuerpo y contribuyan a la depuración del organismo con la eliminación de residuos tóxicos.
Un cuerpo vivo se construye mejor con alimentos vivos, por lo que debe ser una preocupación diaria en la mesa cubana la presencia de alimentos crudos, no desnaturalizados, como indicador fundamental que permita preservar la salud de la familia.
Es muy importante el consumo de alimentos crudos o "comida viva", que debe estar presente hasta en un 70%; el otro 30% estará integrado por los alimentos concentrados que son aquellos que se les ha retirado su contenido de agua por cocción u otro procesamiento (pan, granos, carne, lácteos, legumbres, etcétera). No debemos olvidar que el cuerpo humano está compuesto por un 70% de líquido.
Cabe destacar que la presencia de elementos bioactivos en los alimentos crudos (las enzimas mueren a temperaturas superiores a los 540C) permite desarrollar una nutrición viva, que impide la degeneración progresiva de la salud, la energía y la vitalidad.
La preocupación excesiva por el consumo de proteína es bastante cuestionable y constituye un punto de controversia en la nutrición moderna. Todos los constituyentes de los alimentos son importantes, a todos se les usa sinérgicamente.
La ingestión de tomates, pepinos, ajíes, cebollas, lechuga, berro, jugos de zanahoria y remolacha, por citar algunos ejemplos, debe tener un espacio permanente en nuestra dieta habitual para poder garantizar una nutrición adecuada y una vida prolongada.
Con una correcta alimentación estamos propiciando un equilibrio energético satisfactorio que permitirá una absorción adecuada de la energía contenida en los alimentos y una eliminación eficiente de los residuos, para que el organismo conserve su poder de defenderse de las enfermedades. Una alimentación incorrecta obliga al cuerpo a usar su preciosa energía para neutralizar y expulsar la acidez, provocada por el consumo prioritario de carnes y grasas.
El cuerpo es un sistema de energía. Los sistemas energéticos alcanzan un funcionamiento óptimo con un combustible eficiente. Las comidas enlatadas, sobrecocinadas no son naturales. No existen ríos de refrescos. La energía proveniente de alimentos naturales en estado puro es la que más conviene a nuestro cuerpo.
El conocimiento de las normas de nutrición bajo estos enfoques, compatibles con las posiciones de la ciencia moderna, es una labor que se va retomando en la medida que nuestro país va venciendo los obstáculos económicos y los cubanos, con su habitual sabiduría, transforman favorablemente sus costumbres para la preservación de nuestra nación. Se trata de abrir un espacio a estos alimentos en nuestra mesa con la seguridad de que estaremos ayudando a la salud y la calidad de vida tanto nuestra como de las futuras generaciones.
El Eco-Restorán El Bambú, ubicado en el Jardín Botánico Nacional, recibe diariamente a decenas de personas interesadas en conocer las bondades de nuestra naturaleza en la expresión de una mesa nutritiva, sana y apetitosa.
El proyecto Eco-Restorán se inicia el 28 de enero de 1992 con el propósito de mostrar una nueva forma de alimentación, basada en el uso de recursos de origen vegetal de la amplia diversidad botánica de Cuba, que pueda incidir en el mejoramiento de los hábitos alimentarios de la población cubana.
Aquí se utilizan convenientemente diversas técnicas ecológicas para concretar un ciclo armónico, autosostenible y no contaminante, en donde concursan la organoponia, la lombricultura, la apicultura y el uso de fuentes renovables de energía.
En próximos números de Energía y Tú trataremos el presente tema con la exposición de consejos prácticos, valor medicinal de los alimentos, indicaciones para su cocción adecuada, recetarios y otros aspectos de interés.