La luz

Y EL DESARROLLO HUMANO

 

El interés por la luz, su naturaleza y sus aplicaciones,

ha estado presente en todos los períodos del desarrollo humano.

Por Águeda García Martín

Ilustraciones: Anto

 

La luz ha sido un mito y, a la vez, motivo impulsor del desarrollo de la ciencia y la tecnología.

En la actualidad, sigue siendo un tema fascinante, relacionado con muchos campos del saber.

 

No obstante, aunque el hombre se familiariza lo suficiente con su influencia en la vida cotidiana, pende sobre ella la amenaza de caer en el olvido. Lo cotidiano a veces le resta encanto a las maravillas...

 

Filósofos, pensadores, físicos, ingenieros, psicólogos, médicos, fisiólogos, artistas; todos han meditado, han trabajado y han aplicado la luz con diferentes enfoques, diversos objetivos y la han interpretado en diferentes sentidos.

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El conocimiento acerca de la naturaleza de la luz y de las bases de su utilización, refleja en cierta medida las diferentes etapas del desarrollo de la humanidad.

En relación con lo que la luz ha significado para el hombre, se pueden caracterizar tres etapas del desarrollo humano.

Luz-Sol

Las civilizaciones antiguas y que trascendieron en la historia del desarrollo humano asociaron, en sentido general, la luz al Sol y al concepto de vida.

Para el hombre antiguo, el Sol se convirtió en motivo de adoración. Ejemplos de ello son los dioses asociados al astro rey y las concepciones de la Astrología en diferentes civilizaciones, como la china, la egipcia, la griega, la azteca. En la mitología indocubana y afrocubana también están presentes.

La concepción filosófica china se basa en la Ley del Tao. En el taoísmo se encuentran las raíces de las leyes que gobiernan todos los procesos: el necesario equilibrio entre el Yin y el Yang, lo luminoso y lo sombrío, su relación con los cinco movimientos y el Qi.

En la cosmogonía china el Sol se representa por la energía Yang que también se asocia al cielo, sin embargo, la energía Ying se asocia a la Luna y la Tierra. El Sol, entonces, al principio de lo masculino del universo.

Para los egipcios los orígenes de uno de sus dioses, Aton Ra, están en el Sol, aunque al final tanto Horus, Ra y Osiris son dioses asociados al Sol de la mañana, del mediodía y del atardecer, respectivamente.

En el caso de los griegos, el Sol está representado por Apolo, hijo de Zeus, uno de los doce dioses que se reunían en el Olimpo y que están asociados cada uno a ciertos atributos naturales.

La piedra del Sol, conocida universalmente como calendario azteca, en realidad nunca fue un calendario sino un monumento al Sol. Tonatiuh, dios del Sol era invocado por los aztecas como "el resplandeciente, el águila que asciende".

En la mitología de los indios cubanos un lugar muy importante era ocupado por Huión, el Sol, que salía de su caverna para elevarse en el cielo y alumbrar a Ocón, la Tierra.

Por deseo de Huión, y tras un mágico conjuro, éste creó al hombre para que existiera quién le admirara y adorase esperando todos los días su salida y viese en él al poderoso señor del calor, la luz y la vida. Hamao, fue el primer hombre.

Del África, los esclavos trajeron a Cuba sus cantos y bailes, sus mitos religiosos y costumbres, se creó una nueva mitología enmarcada en un fuerte proceso de sincretismo.

En lo yoruba, es Olofi el Dios, la paz, la divinidad y ser supremo. Es el Dios infinitamente lejano e incomprensible que creó el universo. Posee Olofi tres entidades: el creador, la ley universal; Olordumare que significa la sujeción a las leyes de la naturaleza, y Olorum (Orún), el Sol, la fuerza vital o energía universal. Olorum es el signo de la vida es, por tanto, el dueño de la luz.

Samuel Feijóo destaca la similitud entre el mito yoruba y el siboney. En el yoruba, Orún (Olorum) es el Sol y en el siboney Huión. En el yoruba interviene la Luna (Oxú), y en el siboney también (Maroya), en ambos se engendra un hijo: Orungán en el yoruba e Imao en el siboney.

En realidad, de una forma u otra, los conceptos asociados a los orígenes y manifestación de la vida, se encuentran asociados al Sol y a la luz.

En esa joya de la literatura universal: La Biblia, se identifica a la luz como uno de los elementos de la Creación. El Génesis, Primer Libro de la Biblia, que relata el comienzo del Universo, del género humano y la civilización, se inicia de esta forma:

  "En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad y el espíritu de Dios se movía sobre el agua". Entonces Dios dijo:

"¡Que haya luz!". Y hubo luz. Al ver Dios que la luz era buena, la separó de la oscuridad, y la llamó "día" y a la oscuridad la llamó "noche". De este modo se completó el primer día".

En este caso la luz tiene un significado superior al Sol, pues la creación de la luz se produjo durante el primer día mientras que el Sol, la luna y las estrellas no fueron creadas hasta el tercer día.

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   Está la luz en el eje de mitos y de religiones, y por tanto, en el centro de las diferentes concepciones de la vida y del desarrollo del hombre.

El fuego: Otra fuente de luz

Una de las grandes conquistas del hombre fue la obtención y conservación del fuego. Tanto el Sol como el fuego, ambos de luz, fueron apreciados y asociados al desarrollo y conservación de la vida y a la supervivencia del hombre.

Luz-imagen

La luz se relaciona con la imagen a través de la iluminación. La pintura es la imagen creada por las manos del hombre

Desde la época remota de las pinturas rupestres hasta la actualidad, el hombre logró plasmar las imágenes de los objetos del entorno y aquellos reflejados y creados en su imaginación.

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Los faroles electrificados fueron una verdadera revolución

en los principios de este siglo.

 

La luz como recurso de iluminación y sus consecuencias en la apariencia de los objetos se convirtió en tema central de artistas plásticos, es decir, pintores y escultores.

Reflejar los efectos de la iluminación y crear los propios efectos fue un objetivo central de los artistas plásticos. Se desarrollaron diferentes teorías acerca de la forma y del color, entre otras. Por tanto, se pudiera decir que se desarrolla una interesante etapa en la cual la idea central es asociar la luz a la imagen. Esta imagen sería elaborada por la mano del hombre.

No obstante, el interés por obtener una imagen "fiel" del hombre y de los objetos que le rodean, continuó y se desarrolló la tecnología que hizo posible el "milagro" de la fotografía y el cine.

Ya desde 1640 se construye la primera máquina para capturar imágenes: la cámara oscura. No fue hasta el siglo XVIII en que este artefacto se convirtió en un medio de distracción popular y en el siglo XIX se le añadió un sistema de espejos que permitía proyectar imágenes opacas y obtener efectos especiales.

Niepce, en 1822, obtuvo la primera foto sobre una superficie metálica y, en 1835, Talbot logró el primer negativo también mediante una cámara oscura.

Surge entonces la fotografía a partir de los primeros trabajos de Fenton, que realizó el primer reportaje durante la guerra de Crimea, entre 1854 y 1855.

La primera foto periodística fue tomada a la reina Victoria en la inauguración del Palacio de Cristal. El desarrollo de la primera cámara fotográfica portátil fue realizado por Eastman, en 1882, ésta era una KODAK de 1 kg. Las imágenes en movimiento tuvieron una primera etapa con la proyección de forma fija a través de desplazamientos de las lentes.

No se obtuvo el éxito esperado hasta finales del siglo XIX, cuando los hermanos Lumiére lograron construir el cinematógrafo, teniendo lugar el primer espectáculo público el 28 de diciembre de 1895.

No obstante, todos estos logros (el perfeccionamiento tecnológico y la aplicación de nuevos descubrimientos en el proceso fotográfico) estas imágenes no permitieron realizar la réplica real del objeto original.

Todas las imágenes obtenidas son proyecciones bidimensionales de la realidad. A la par a este proceso de obtención de la imagen se desarrollaron las fuentes luminosas.

El interés del hombre por la iluminación para poder extender en horas de la noche la actividad humana fue creciendo. Esto condicionó el desarrollo de diversas fuentes luminosas para el alumbrado público, las viviendas y otras instalaciones.

Además de la primitiva utilización de la llama debida a la combustión se creó otra fuente a partir de la utilización del arco eléctrico, construida por vez primera en 1808 pero que no fue utilizada en la iluminación de los pueblos hasta 1880.

En 1879 Edison construyó la lámpara incandescente que se incorporó rápidamente al arsenal tecnológico de la iluminación y cuya utilización ha llegado hasta nuestros días.

La lámpara de arco eléctrico y la lámpara incandescente de Edison constituyeron las fuentes luminosas más utilizadas en diferentes aplicaciones.

Ya en el siglo XX fueron desarrollándose otras fuentes luminosas como las lámparas gaseosas de descarga. Lámparas de gases de mercurio y sodio se utilizan actualmente en el alumbrado público en parques y avenidas.

Luz-información

La luz se convierte en un portador privilegiado de la información.

El desarrollo tecnológico, la acumulación de conocimientos en el orden teórico y experimental alrededor de la luz, así como sus amplias posibilidades de aplicación en diferentes campos del saber, condicionaron un amplio desarrollo de la óptica aplicada.

La relación de la óptica con las telecomunicaciones a través de la gran analogía de los procesos de generación, transmisión y recepción de las señales en uno y otro caso, han posibilitado un conjunto muy amplio de aplicaciones en las que la luz se convierte en portador privilegiado de la información.

En la actualidad la luz se transmite a través de cables especiales llamados fibras ópticas; las computadoras se conectan e intercambian información a través de haces luminosos; se construyen patrones ópticos que graban información codificada y compleja entre otras múltiples aplicaciones en el campo de la transmisión y procesamiento de la información.

Un ejemplo muy popular ya, lo constituye la holografía, esa técnica que revolucionó la fotografía convencional y que permite guardar toda la información que proviene del objeto iluminado, logrando después de un complejo e interesante proceso, imágenes tridimensionales del mismo.

Si bien teórica y experimentalmente la holografía estaba ya bien fundamentada en 1948 por el húngaro Denis Gabor, no fue hasta la década de los setenta en que se le reconoció a éste su extraordinario aporte.

Fue necesaria la aparición de una fuente especial de luz: el láser, para que la holografía demostrara su importancia.

Con la construcción de esta nueva fuente luminosa se desencadenaron nuevos resultados teóricos y experimentales, nuevas y potentes técnicas de medición, se abrieron inexploradas vertientes de las aplicaciones de la luz en los diferentes campos del saber.

Cada día se reportan nuevas aplicaciones de la luz, algunas de ellas completamente novedosas y otras que recuerdan antiguas concepciones.