Por Bruno Henríquez
Ilustraciones: Anto
Cuando el calor es insoportable, lo que ocurre casi a diario en la
ciudad donde vive Alí, hay muchas formas de combatirlo, pero casi todas ellas implican un
gran consumo de energía, salvo aquellas que como la sombra viva protegen del calor y
crean un ambiente agradable.
Sin embargo, en la mayoría de los casos y como una moda impuesta por el desarrollo tecnológico se prefiere usar el aire acondicionado. |
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Casi siempre esta moda es impulsada y mantenida por los agentes de la Banda Entropía a quienes Alí combate y siempre trata de desenmascarar.
Claro, diras tú, el aire acondicionado es mejor, más frío, uno no se cansa sudando y siempre se está limpio. También es cierto que dentro de los locales donde hay aire acondicionado y en los ómnibus interprovinciales hay que usar abrigos, pero es mejor el frío que el calor.
Alí, al analizar si el aire acondicionado era a la larga bueno o malo, encontró una serie de factores que le hicieron suponer que o bien el aire acondicionado no se estaba usando como se debía o que detrás de eso estaban los bandidos ladrones de energía.
Alí sabía que la temperatura confortable estaba entre 23 y 25 °C; sin embargo, los aparatos de aire acondicionado estaban regulados en su mayoría a 19 °C lo que producía un gasto adicional de energía y un choque térmico en las personas que muchas veces provocaba enfermedades en las vías respiratorias.
Casi siempre la temperatura la determinaba un sector de la población de más de 50 años, gordos y de vida sedentaria, cuya hipertensión les hacía necesitar y soportar una temperatura por debajo de la que necesita la mayoría de las personas. Con esto ellos creaban, por su abuso de poder, una situación térmica y energéticamente insostenible.
Entre ellos, muchos de los choferes de los ómnibus interprovinciales y los dirigentes y administradores en oficinas con aire acondicionado.
En muchas oficinas, para garantizar la seguridad contra robos de los aparatos acondicionadores de aire, los mismos se ponen a tributar hacia los pasillos interiores y a veces vemos que en ellos no se puede transitar por la elevada temperatura y la falta de ventilación.
Cuando un aparato de aire acondicionado toma el aire caliente expulsado por otro equipo, tiene que trabajar el doble que cuando lo toma del exterior, que puede estar limpio y fresco si se ha utilizado una forma correcta de colocar la entrada de aire y hay la sombra y las corrientes de aire propicias.
Una buena colocación y explotación de un aparato de aire acondicionado permite ahorrar la energía que este consume. Si la diferencia de temperatura con el exterior no es excesiva se evitan los choques térmicos y un consumo excesivo de energía, lo que alarga la vida del equipo y la calidad del aire en el interior.
Alí calculó que por cada grado celsius o centígrado que bajaba la temperatura en un sistema de aire acondicionado el consumo crecía entre 15 y 20 %.
Comprobó también que la misma cantidad se producía como ahorro cuando el aire que llegaba al aparato de aire acondicionado tenía una temperatura más baja.
Cuando le pregunté que me recomendaría él para poder disfrutar del aire acondicionado y gastar menos energía me dijo:
Ante todo, cada vez que puedas evitar usar el aire acondicionado, hazlo. Pregúntate para que lo necesitas, si es en tu casa, la oficina, un laboratorio, un taller, un transporte, un hospital o en un cine; si va a haber mucha o poca gente en el local, si las puertas se abren o se cierran con frecuencia, si las personas van a salir a un lugar que está mucho más caliente o no.
Fíjate de donde toma el aire el aparato, y contribuye a que sea de un lugar donde el mismo esté fresco o no haya fuentes de calor y que el Sol no incida directamente sobre el equipo.
Enciéndelo temprano, cuando el aire exterior es aún fresco, así el aire interior se enfriará más rápido y el equipo trabajará menos.
Nunca lo pongas a trabajar en modo ininterrumpido, usa el termostato para que sólo se encienda cuando sea necesario.
Lava el filtro semanalmente. Cuando éste acumula polvo el aparato no trabaja con eficiencia.
El objetivo del aire acondicionado no es hacerte pasar frío, sino crear un ambiente agradable, con las condiciones confortables requeridas.
Si ves que alguien no cumple con esto y provoca gastos innecesarios de energía, choques térmicos e incomodidad por el frío o por el calor en los pasillos, no lo dudes, ese es uno de los bandidos de la Entropía.