La gente está equivocada Por Bruno HENRÍQUEZ Ilustración: Aleman Dice el maestro que los rayos son la luz y el ruido de una chispa eléctrica; la luz es el relámpago y el ruido es el trueno.Pero yo sé que no es así, porque también está la piedra y los que han estudiado nunca hablan de la piedra del rayo y cuando lo hacen es para decir que no existe. Cuando estaban montando las torres de alta tensión, uno de los ingenieros nos habló mucho de la corriente y de los rayos; de cómo la electricidad podía matar y mover los motores. |
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Yo le pregunté por la piedra del rayo y me dijo no sé cuántas cosas de por qué no podía haber piedras de rayos: que si el rayo era una chispa, que si no era sólido y no sé cuántas cosas más.
Entonces aprovechamos que cayó un rayo en una palma y fuimos hasta allá y desenterramos la piedra, todavía estaba humeando y apestaba a azufre, estaba llena de huecos y pesaba muy poco.
Él explicó que aquello no cayó con el rayo, sino que era lo que quedó del cuerpo de algún animal muerto el cual sirvió de abono al árbol, éste creció más que los otros y por eso le cayó el rayo. Con eso no convenció a nadie, bueno, al menos a nadie de por aquí, porque hemos visto caer muchos rayos, aún donde no hay árboles y hemos sacado muchas piedras de rayos.
Después fue cuando aparecieron los cuerpos de los animales y vinieron los estudiantes de la universidad y los doctores de la Academia de Ciencias, que eran doctores sin ser médicos ni abogados, pero tampoco sabían nada, aunque hablaban más que el ingeniero, sin decir de verdad lo que eran los rayos y al contrario de lo que se esperaba, dijeron que los cuerpos de animales extraños que aparecieron por aquí no podían vivir, que no se sabía de que clase eran ni de donde salieron y sobre todo, ¡fíjese que equivocación!, que no tenían nada que ver con los rayos que nosotros conocíamos, a pesar de decirles que aparecían siempre que caía un rayo, aunque no fuera en una mata.
Después no quisieron explicar más nada porque no íbamos a entender. Es verdad que estaban equivocados!
En los últimos rayos que cayeron no encontramos piedras, pero cerca estaban los animales; algunos vivos, son muy simpáticos.
Ahora veo que acaba de caer un rayo y allí se mueve algo; parecen figuras de gente. Este rayo tuvo mucha luz y muy poco ruido. Las figuras son hombres con unos trajes extraños y vienen para acá. Los doctores también vienen corriendo.
Cuando yo lo digo, los rayos no son como se cree la gente.
La gente está equivocada.